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La mexicana Paulina Morán vivió en Essaouira, Marruecos, el poderoso terremoto que ha dejado, hasta el momento, mil 305 muertos y mil 803 heridos en ese país. La ciudad está cerca de donde fue el epicentro, próximo a Marrakech.
La joven, de 26 años y originaria de San Luis Potosí, recordó a EL UNIVERSAL que estaba afuera de un Airbnb, de tres pisos, que rentó con amigos de Marruecos y de Francia cuando comenzó el terremoto, entre las 11 y la medianoche.
Estaba en un automóvil cuando el movimiento telúrico inició. "Es la primera vez que sentí algo así", recordó la joven, quien está en Esauira, una ciudad portuaria y turística situada en la costa atlántica.
Detalló que estaba en el estacionamiento y luego está la villa donde se ubica el Airbnb en el que se hospeda, y al sentir el terremoto, "la gente empezó a salir. Las autoridades decían que salieran".
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Mencionó que tras el sismo, "estuvimos en la calle hasta las seis de la mañana. Salieron hasta con sus cobijas. Estábamos esperando una réplica, que no hubo". Narró que todos salieron rápidamente, incluso había personas con poca ropa, que salieron así por las prisas.
"Todo mundo está muy sacado de onda", indicó la joven, que describió que "los edificios no están preparados para este tipo de eventualidades, hay daños y escombros".
Agregó que afortunadamente "no hubo muchos heridos ni muertos" en la zona donde se ubica, sólo un lesionado y no de gravedad, a diferencia de otras ciudades.
Describió que "estamos cerca del epicentro" y por eso mejor desea ir hacia Rabat, al norte, pero "las carreteras puede que ahorita no sean muy seguras, hay derrumbes y deslaves". Narró que las vías pueden estar muy abarrotadas, porque la gente de la ciudad donde estaba emigró ante una posible réplica.
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Sismo en Marruecos puede ser un parteaguas para la construcción
Paulina, quien estudia Teatro Musical, mencionó que tras el sismo, "mejor nos hospedamos en otro hotel, estábamos en uno con una estructura un poco vieja".
La joven mexicana, que vive en París, añadió que para sus amigos de Marruecos: "es algo histórico, no habían sentido algo así. Esto puede ser un parteaguas" en la forma en que se hacen los edificios.
Describió que uno de sus amigos sí estaba en el Airbnb, de tres pisos, al momento del terremoto y vio que todo se movía de izquierda a derecha.
Paulina, originaria de San Luis Potosí, agregó que habló al teléfono de emergencia de la Embajada mexicana, pero no le contestaron y en X, antes Twitter, le respondieron con un mensaje de que sólo siguiera las instrucciones de las autoridades.
Narró que el plan era quedarse tres noches en la ciudad, pero ahorita buscarán salir mañana, hacia Rabat, donde "nos sentiremos más seguros".
Concluyó que así, ante cualquier eventualidad, como una réplica, ya en Rabat, hay hospitales o el aeropuerto por si deciden volver a París, donde reside actualmente y desde hace seis meses.
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mcc