Autoridades federales estadounidenses están realizando un operativo en Los Ángeles que hasta el momento ha derivado en la detención de más de 100 personas sospechosas de haber violado las leyes migratorias del país, reveló ayer el diario Los Angeles Times.
Según la vocera del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), Sarah Rodríguez, citada por el rotativo, la operación, iniciada el domingo, se centra en “individuos que representan una amenaza a la seguridad nacional, pública y fronteriza”.
En una declaración escrita retomada por Los Angeles Times, Rodríguez aseguró que “jurisdicciones que no cooperan” con las autoridades migratorias, como Los Ángeles, han obligado a los agentes del ICE a “realizar arrestos en la comunidad, poniendo a los oficiales, al público en general y a los extranjeros en más riesgo e incrementando la incidencia de arrestos colaterales”. Cuestionó así la política de las llamadas “ciudades santuario”, que protegen a indocumentados.
Ayer mismo se reveló que organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes están creando una red de células barriales listas para intervenir cada vez que el gobierno emprende alguna acción contra extranjeros sin permiso de residencia. Agrupaciones religiosas y activistas están entrenando a cientos de voluntarios en todo el país para que sean parte de una Red de Respuesta Rápida, capaz de movilizarse con velocidad y enviar gente que documente los arrestos de inmigrantes, les ayuden a conseguir asesoría legal y los apoyen a ellos y a sus familias a hacer frente a los procesos judiciales.
El temor a redadas aumentó este año en San Francisco en medio de versiones de que agentes del servicio de inmigración se proponen detener a mil 500 personas que viven en el país sin autorización.
“Todo el malestar se está transformando en solidaridad de raza y de clase en nuestro país”, expresó Lorena Melgarejo, organizadora barrial de la agrupación sin fines de lucro Faith in Action, de San Francisco, que participa en el lanzamiento de la red.