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Nueva York. — El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández reiteró que es “inocente” y “víctima de una venganza”, un día antes de enfrentar un juicio por narcotráfico en Nueva York.
“Soy inocente, soy víctima de una venganza y una conspiración por parte del crimen organizado y enemigos políticos”, aseguró el exgobernante derechista (2014-2022), de 55 años, en una carta pública enviada desde la prisión en Nueva York y publicada en la red X por su esposa, Ana García.
Extraditado en abril de 2022, dos meses después de dejar el poder, Hernández está acusado de vínculos con una red criminal que envió más de 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 2004 y 2022 y de proteger sus actividades.
A cambio, habría recibido “millones de dólares” de los cárteles de la droga, entre ellos el del narcotraficante mexicano Joaquín Chapo Guzmán.
Pero en su carta, Hernández calificó como “injustas” las acusaciones y “llenas de mentiras construidas de manera novelesca con base en el testimonio” de “narcotraficantes confesos”, que negociaron con la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York para “la reducción de sus penas”.
“Los altos funcionarios de Estados Unidos que sirvieron” entre 2010 y 2014, cuando era jefe del Congreso, y en el periodo 2014-2022 cuando ofició como presidente, “son conocedores de nuestra lucha contra el crimen organizado y la violencia” en Honduras, argumentó.
Recordó que durante sus gestiones se aprobaron leyes contra el narcotráfico, como la de extradición, y dijo que los planes que emprendió fueron conocidos “al más alto nivel del gobierno de Estados Unidos, [incluyendo] el actual presidente, Joe Biden, antes vicepresidente, los altos funcionarios del Departamento de Estado, embajadores y funcionarios” de Estados Unidos.
De ser declarado culpable de los tres cargos que le imputa la Fiscalía —narcotráfico, tráfico y posesión de armas— podría ser condenado a cadena perpetua más 30 años, como su hermano, Tony Hernández, y su colaborador Geovanny Fuentes, quienes según la Fiscalía participaron en la misma red.
Hernández dejó entrever que descarta negociar con la Fiscalía para que se le pueda reducir la pena, como le sugirieron sus abogados en Honduras. “Declaro que lucharé por esta verdad hasta las últimas consecuencias”, sentenció.
Hernández enfrenta el juicio abandonado por sus aliados: tanto Juan Carlos El Tigre Bonilla como Mauricio Hernández Pineda, coacusados en el caso, se declararon culpables a princios de mes de los delitos de “conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos” y la tenencia y uso de armas para facilitar el traslado de la droga.
El exmandatario aseguró que sus excolaboradores “son capaces de decir cualquier mentira con tal de lograr su venganza contra mí y la reducción de sus penas, no pagar por sus crímenes”.