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Bruselas.- Uno de cada cuatro mexicanos se inclina a favor de que la administración de Andrés Manuel López Obrador externalice la problemática migratoria a un país tercero, siguiendo el modelo de la Unión Europea (UE) con Turquía.
Ese es el resultado de un estudio realizado por Cornelius Cappelen, Hakan Sicakkan y Pierre Georges Van Wolleghem, investigadores del Departamento de Política Comparativa de la Universidad de Bergen, Noruega.
La investigación toma como punto de partida las dos estrategias aplicadas por los países miembros de la Unión Europea para responder al desafío de los refugiados: los admite como solicitantes de asilo o brinda asistencia financiara a los países de acogida, como ocurre con Turquía y Libia.
De acuerdo con el estudio, 25.4% de los mexicanos preferiría que el gobierno pague a otro Estado para que acepte solicitantes de asilo en nombre de México. La contribución financiera por solicitante de asilo equivaldría a 15 mil pesos.
El apoyo a la idea de externalizar el reto que supone para México el arribo de refugiados, disminuye conforme aumenta el costo: 20.6% estaría dispuesto a pagar 150 mil por solicitante de protección internacional y 19.1% hasta 750 mil pesos.
“En general, una gran mayoría de los encuestados optó por aceptar a los solicitantes de asilo en sus países en lugar de pagar a otro país para que los acepte, independientemente del monto de la contribución financiera. Sin embargo, cuanto mayor es la cantidad, más personas se inclinan a aceptar a los solicitantes de asilo”, indica el análisis que acompaña la investigación.
La Unión Europea respondió al éxodo de refugiados de 2015 delegando a Turquía la responsabilidad del cierre de las fronteras externas comunitarias a cambio de 6 mil millones de euros en ayuda financiera. Los fondos cubren hasta mediados de 2025 y son destinados a proyectos humanitarios, educación, salud, infraestructura y apoyo socioeconómico. El gigante musulmán alberga unos 4 millones de refugiados, 3.5 millones de origen sirio.
El estudio está basado en encuestas realizadas a 27 mil 429 personas en 19 países de la UE además de Canadá, México, Noruega, Sudáfrica, Turquía, Estados Unidos y Reino Unido.
Los resultados muestran que una gran mayoría de los ciudadanos de estos países están de acuerdo con el principio de que se requiere de un esfuerzo colectivo para garantizar el derecho internacional de las personas a buscar protección.
El 66% de los encuestados en los estados participantes son favorables de que “todos los países colaboren y se esfuercen, mediante todos los medios disponibles, a proteger a los refugiados en el mundo”.
Alrededor de 15% está totalmente o parcialmente en desacuerdo. El documento sostiene que las personas que muestran una postura restrictiva sobre quién debe gozar de los derechos de ciudadanía, son más favorables a una contribución económica que a admitir a los solicitantes de asilo.
Las personas que no están dispuestas a compartir los derechos de asistencia social con los extranjeros que residen en su país, los llamados “chovinistas de la asistencia social”, tampoco son favorables de admitir a más solicitantes de asilo.
“Los resultados de nuestro estudio son inequívocos: los nativistas, aquellos con puntos de vista restrictivos sobre la ciudadanía, y los chovinistas del bienestar, son más propensos a elegir pagar una contribución financiera en lugar de admitir a más solicitantes de asilo”.
Un artículo publicado por el Migration Policy Institute con sede en Washington, sostiene que Estados Unidos, Canadá y Europa no son más los únicos polos de atracción de la migración internacional.
América Latina se ha convertido en una zona de migración intrarregional, así como de retorno de personas luego de periodos en el extranjero. El análisis afirma que ninguna otra región del mundo ha experimentado un mayor aumento relativo de la población migrante, casi se ha duplicado, de 8.3 millones en 2010 a 16.3 millones en 2022.
Las dificultades para ingresar a Estados Unidos, en combinación con la ampliación de los visados humanitarios, han resultado en un aumento de las llegadas en México.
Sostiene que en 2021, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) recibió unas 130 mil solicitudes de asilo, lo que supone un incremento de ocho veces respecto a las 15 mil solicitudes presentadas en 2017.
“Dicha cifra supera a todos los demás países del mundo, excepto Estados Unidos y Alemania (las cifras disminuyeron ligeramente en 2022, hasta casi 120 mil)”.
Las ampliaciones de asilo en México suelen ser de ciudadanos originarios de Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua y Venezuela, y dos tercios provienen de Estados Unidos.
