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Puerto Rico ya no puede más.
Es la sensación que traslada el gobernador de este territorio asociado de Estados Unidos, Ricardo Rosselló, después de que en 2017 la isla sufriera el huracán más devastador de su historia, María, y el gobierno de Donald Trump se niegue a seguir ayudándoles.
María dejó casi 3.000 muertos, según las últimas cifras oficiales, y la isla todavía se recupera de su embestida, que se sumó al paso de otro huracán y la grave crisis económica de más de una década.
Pese a que Trump ha minimizado en varias ocasiones la tragedia en Puerto Rico y criticó la gestión de las autoridades de la isla, Rosselló hasta ahora evitó el enfrentamiento público con la Casa Blanca.
"Los comentarios de Trump sobre Puerto Rico son insensibles, injustos e incorrectos", manifiesta el gobernador en Miami, en una entrevista con BBC Mundo en la que denuncia insistentemente el "estatus colonial" de Puerto Rico y asegura que el huracán María abrió a muchos estadounidenses los ojos.
"Los estadounidenses no sabían que Puerto Rico era Estados Unidos hasta el huracán María", afirma Rosselló.
En la conversación, el gobernador se muestra firme en su convicción de que la isla pueda convertirse en el estado número 51 de EE.UU. y repasa la actualidad en la región, con duros mensajes hacia Maduro y también al presidente mexicano, López Obrador.
A continuación, presentamos una síntesis de la entrevista, recortada por cuestiones de comprensión y longitud.
"Nadie ha cuidado mejor a Puerto Rico que yo", dijo Trump. También le aconsejó a usted, gobernador, que gestionara "con mayor prudencia" el dinero. Todo esto después de una semana en la que se conoció que el presidente estadounidense no está dispuesto a seguir ofreciendo ayuda económica para la recuperación de Puerto Rico tras el huracán María… ¿Qué opina de todo esto?
Yo creo que los comentarios demuestran falta de empatía y falta de información sobre el dinero que se está desembolsando en Puerto Rico. Son injustos con nuestra gente. Por eso es por lo que he solicitado una reunión con él. Me gustaría aclararle que algunas cosas que está diciendo son incorrectas y (expresarle) el dolor que eso causa a nuestro pueblo, a nuestra gente.
El jueves mismo salió diciendo que había US$91.000 millones destinados para Puerto Rico. La realidad es que lo que ha llegado a Puerto Rico es cerca de US$5.000 millones y todo, menos cerca de US$80 millones-US$86 millones, ha sido para emergencias, nada para la reconstrucción.
Sé que estos números a veces son grandes y uno se confunde. Pero le proporciono perspectiva: Luisana fue impactado por Katrina. Comparando un mismo momento en Luisana y Puerto Rico, después de la tormenta de Katrina en Luisana y después de María en Puerto Rico, allá en Luisana ya había 2.400 proyectos grandes permanentes encaminados. En Puerto Rico solamente hay 46, ¿qué significa eso? Que por cada 52 proyectos que había en Luisana, hay uno solo en Puerto Rico. Eso le debe dar a los lectores una perspectiva de la diferencia enorme de los recursos que están llegado a Puerto Rico versus los que llegaron a Luisana.
Sin contar la realidad de que María fue mucho más devastador.
(...)
El dinero no está fluyendo como debe fluir… Yo tengo las soluciones para poder gestionar esto, me gustaría que (Trump) nos dé la ayuda y que me dé una reunión para poder explicarle estas cosas.
¿Por qué cree que Trump trata de esta manera a la isla, una actitud que algunos consideran xenófoba o racista?
Hay una causa subyacente de eso… La realidad es que Puerto Rico no tiene poder político y para mí a veces su cálculo (el de Trump) se centra en quiénes están a favor y en contra de su presidencia, de cara hacia el futuro en términos de su base.
Los puertorriqueños no tenemos voto directo para elegir presidente, ni para representantes ni congresistas, porque somos un territorio colonial de los Estados Unidos y por tanto hemos estado batallando. El Congreso tiene que responder sobre ello para poder tener esa igualdad.
Él ve a Puerto Rico diferente. Yo no digo estas cosas de manera liviana, yo simplemente veo… por ejemplo, cuando hubo un desastre en Alabama recientemente, el escribió un tuit diciendo "todos los recursos están disponibles para Alabama"; cuando pasó el huracán Harvey en Texas, (dijo) "todos los recursos están disponibles para Texas"; sin embargo, para Puerto Rico siempre hay condiciones.
Somos ciudadanos americanos, lamentablemente somos ciudadanos americanos de segunda clase por nuestra condición colonial.
Cuando habla de cómo les trata Trump habla de discriminación, por lo que vuelvo a mi pregunta: ¿por qué cree que les trata de esta manera?
A mí no me gusta especular… Sé que hay mucha gente apuntando al hecho de que la población de Puerto Rico es fundamentalmente hispana, entre otras consideraciones; pero para mí hay un componente ahí que tiene que ver con que él no ve a Puerto Rico como parte de la ecuación que decide que él es presidente. Y entonces, eso nos limita.
Que pueden haber otros aspectos (que influyan)… puede ser el caso. No creo que sea casualidad que el territorio colonial más antiguo y más poblado, Puerto Rico, todavía lo sea y que seamos una población virtualmente cien por cien hispana. Pero yo creo que eso es parte de las cosas que haría a la nación (Estados Unidos) más grande.
¿No cree entonces que hay racismo o xenofobia en sus palabras?
No es que rechace esa premisa, es que la desconozco. Y no me gustaría hablar sobre ello. Sí creo que hay algo de eso, de xenofobia y racismo, en que se ha perpetuado el estatus colonial en Puerto Rico. ¿Por qué vamos a mantener ese recordatorio de que la democracia no es completa en los Estados Unidos, cuando los ciudadanos (puertorriqueños) ya están solicitando que ocurra este cambio?
Personalmente, esas preguntas las tendría que contestar él. A mí no me gustaría especular sobre eso.
Tras el del paso del huracán María, usted se mantuvo en una posición más moderada, apoyando la labor de la Casa Blanca. Ahora ha cambiado radicalmente su postura respecto a Trump, incluso llegándole a llamar bully. ¿Por qué ese cambio?
Mi trabajo como gobernador es asegurarme de que los recursos lleguen a Puerto Rico. A diferencia de otras personas que pueden patalear y gritar, yo necesito demostrar resultados. Cualquier acción que yo tome, sé que tiene repercusiones sobre los 3,3 millones de puertorriqueños que residen en la isla. Así que tengo que estudiar cuál es el mejor mecanismo para poder atraer esos recursos.,
Ante la recuperación, mi primer recurso es el diálogo. Yo fui preparado, informé (de la situación); esa es la forma por la que pudimos conseguir que el Congreso nos diera US$18,5 millones para poder reconstruir, porque fuimos preparados: 'esta es la devastación, esto es lo que necesitamos', entre otras cosas.
En un momento dado, mantuve audiencias con el presidente con bastante frecuencia, y ahí yo podía tratar algunos de estos asuntos para traer recursos a Puerto Rico.
Pero eso cambió.
El proceso de recuperación es largo y tengo que garantizar que los recursos siguen fluyendo hacia Puerto Rico. Tengo que asegurarme de que esas relaciones no cambien. Lamentablemente, por razones ajenas a mi conocimiento, se cerró esa puerta, ese diálogo, y se correlaciona con sus expresiones más erráticas (de Trump) sobre Puerto Rico en relación a los datos, con cosas que son simplemente imposibles.
Le voy a dar un ejemplo: el presidente en un momento reclamó que nosotros queríamos usar el dinero de la recuperación para pagar la deuda de Puerto Rico; eso es imposible.
Es imposible, porque ese dinero va dirigido a un propósito, que tiene que ser una serie de proyectos. No tiene sentido la premisa, número uno; y numero dos, yo jamás gastaría ningún dinero que viene para la recuperación para el pago de la deuda. Pero aparte de eso, lo que denota es que le están informando de manera muy superficial o equivocada,
Al mismo tiempo que critica a Trump, en cierto sentido lo justifica diciendo que es culpa de su equipo...
Quiero darle el beneficio de la duda. Porque no me he podido sentar con él. Yo no lo justifico, yo creo que sus comentarios son insensibles, carecen de empatía, son injustos y son incorrectos. Todo eso es cierto.
Lo que estoy diciendo es que a menos que él se quiera inventar algo, una falsa narrativa, alguien le tiene que estar llevando esa información, yo lo que quiero es que tenga la otra parte, mi información es científica, yo siempre voy a ir con mis pruebas de lo que estamos haciendo.
Yo le mostraría, por ejemplo, cuando diga que no estamos usando el dinero eficientemente, un ejemplo: en Texas y en Puerto Rico hubo al mismo tiempo un programa que se llamaba STEP, para construir hogares. En Texas, que es mucho mas grande que Puerto Rico y tuvo menos devastación, se hicieron 20.000 hogares. En Puerto Rico, se hicieron 108.000 hogares, cinco veces más.
Más aún, lo que ellos hicieron en un año de construcción, nosotros lo hacíamos en un mes. O sea que nuestro esfuerzo era más efectivo, se dirigía el dinero, y ahí está la evidencia. Cualquier insinuación de que el dinero no se está utilizando de manera adecuada es simplemente equivocada.
¿Se arrepiente ahora de haber tomado una postura menos crítica con Trump? Porque el presidente no solo ha hecho estas declaraciones ahora. Su visita a la isla tras el huracán, en la que lanzó papel higiénico a los damnificados, diciendo que la catástrofe no era tan grave como la de Katrina, fue muy criticada. Usted estuvo al lado de él y no dijo nada.
La contestación es que no, no me arrepiento. Tomo decisiones en base a mi juicio, la gente después podrá evaluar si entiende que hice lo correcto o no.
Puerto Rico está en una posición de poco o ningún poder. Y yo tenía que asegurarme de que esos recursos que eran urgentes para nuestra gente llegaran. Nosotros pudimos mover eso.
Y en ese momento, al tener esa apertura y esa discusión, yo podía hablar con el presidente, podía hablar con los secretarios de las distintas agencias, podía asegurarme de que los recursos estuviesen llegando a Puerto Rico. Recordemos que esta fue una devastación sin precedentes.
Mientras otros podían estar fácilmente en su podio, hablar y lanzarle fango (a Trump), ellos no tienen repercusiones, porque no tienen un rol ejecutivo. Yo sí tenía un rol ejecutivo.
Ahora bien, la recuperación es larga y las condiciones han cambiado. Y mi pregunta es: ¿por qué han cambiado, señor presidente? Mi petición es una bien sencilla: yo hago un llamado a que se detengan los insultos, a que el presidente reconozca que nosotros no somos sus adversarios políticos, sino que somos sus ciudadanos, y que es momento de que venga y ayude.
Ha pasado más de un año del paso del huracán María. ¿Cuándo se va a recuperar la isla? ¿Por qué está tardando tanto la recuperación?
Hay cosas que ya están. Es importante establecerlo. Nosotros hemos hecho una serie de reformas a nivel local que han cambiado drásticamente a Puerto Rico. El turismo está creciendo, hemos crecido en un 13% el turismo. Tenemos los niveles de desempleo más bajos de la historia de Puerto Rico; hemos creado un nuevo modelo de salud para darle acceso a través de toda la isla a los puertorriqueños, reforma educativa, reforma contributiva, hemos achicado el gobierno...
Las reformas estructurales de las que se habló por décadas y nunca se llevaron a cabo, nosotros las hemos llevado a cabo y posicionan a Puerto Rico en un lugar especial.
Ahora bien, ¿por qué no se han hecho otros cambios en Puerto Rico? Porque el dinero no ha llegado. Es lo que le mencioné al principio.
Usted mantuvo durante mucho tiempo que el número de muertos por el huracán fue 64, luego esa cifra pasó a casi 3.000, casi un año después. ¿Por qué ese baile de datos? ¿Cuál es la cifra que manejan hoy en día?
En primer lugar, el método que nosotros teníamos era inadecuado para contar. Por eso es que, como usted mencionó previamente, cuando vino el presidente Trump, el estimado que teníamos era 16 (muertos), era un proceso que se había sacado de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Yo reconozco mis errores. Me di cuenta de que era un proceso ineficiente, e inmediatamente fui yo el que solicité a una tercera parte, la Universidad George Washington, un informe...
Pero, gobernador, pidió el informe después de una serie de investigaciones independientes que ya empezaban a indicar que el número de muertos superaba los 1.000… Estando en esa situación, viendo de primera mano las grandes proporciones del desastre... ¿no le pareció aventurado decir que el número de muertos se situaba en torno a los 60?
Sí, se quedó en el número estático de 64 por un momento. Pero tan pronto como nos dimos cuenta de que era inadecuado, que fue como un mes posterior al huracán, mucho antes de los estudios, -nosotros no levantamos la bandera cuando los estudios salieron, fue mucho antes de los estudios- yo detuve ese proceso.
Se quedó el número 64 ahí porque era lo que se tenía, pero se había detenido ese proceso porque se había considerado que era inadecuado. Cada vez que yo hablaba, y le invito a que lo vea, decíamos 'se quedó en 64 pero ese número es incorrecto', va a ser más, lo que pasa es que estábamos buscando a los expertos para que puedan hacer una evaluación de lo que conlleva.
Recuerde por un momento, que en ese momento Puerto Rico no tenía telecomunicaciones, no tenía transportes, no tenía energía eléctrica, era muy difícil ver todo eso. ¿Que lo habíamos palpado, que el número iba a ser mayor...? Por supuesto que sí.
Que reconocemos, que yo reconozco, que el método que utilizamos era fallido, sí. Y por eso solicitamos lo otro.
¿No cree que esa falta de estimación de la tragedia humana agravó la situación, dificultó la respuesta?
Claro que sí. Pero todas estas cosas y, de nuevo, yo reconozco, y permito que todo el mundo pueda hacer su crítica de mi gestión, pero estaría mintiendo quien diga que preveía un escenario como María, una tormenta que devastara Puerto Rico, que se hubiese planificado para ello; ni FEMA estaba preparado para una tormenta así, nadie lo había visto y ahora es el modelo para anticipar la peor situación.
Nosotros enfrentamos ese reto.
De hecho, previo a ese reto, nosotros habíamos llevo a cabo varios ejercicios para prepararnos para tormentas, como siempre lo habíamos hecho. Y el mejor ejemplo de que nosotros estamos preparados para el tipo de tormenta normal fue Irma. La gente se olvida de Irma, dos semanas antes de María. Pasó, devastó el noreste de Puerto Rico, nosotros no tan solo nos recuperamos en diez días, pudimos recuperar la energía eléctrica, fuimos al rescate de 5.000 ciudadanos americanos, que estaban en la isla de Martinica, los trajimos a Puerto Rico, les dimos techo, comida.
A diferencia de María. Según ese informe encargado a la Universidad George Washington, la isla no estaba preparada para una tormenta de tal magnitud.
Mi argumento es que nadie estaba preparado para eso. Es verdad, la isla no estaba preparada para María, pero sí para el tipo de tormenta, categoría 3, que impactaba pate de la isla, que es lo que pasó con Irma.
Esto fue un evento sin precedentes, y ahora lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que toda la planificación se haga para la reconstrucción, para la anticipación de otro evento catastrófico, sea esperando el peor caso tanto en huracanes, como lo que yo he estado impulsando con mucha fuerza, terremotos. Que Puerto Rico esté preparado, que la construcción esté preparada. Por eso estamos cambiando un sinfín de cosas.
Por ejemplo, antes había solo un centro de distribución de necesidades básicas, ahora hay nueve en todo el Puerto Rico. Se han entrenado en el pasado año y medio a personas de nuestro gobierno para que se conviertan en funcionarios de emergencia, una formación que toma dos años, o sea que ya están culminando ese proceso, va a ser duradero y permanente.
Hablando de colonias, le quería preguntar por las declaraciones de López Obrador esta semana, sobre la carta que envió al rey de España.
Perdone, he tenido muchos asuntos, no las conozco... ¿me puede dar contexto?
Sí, López Obrador envió una carta al rey de España solicitando que pidan perdón por la Conquista. Como Puerto Rico forma también parte de esa historia, quería saber su opinión.
Mi posición es: yo aprendo del pasado para construir hacia el futuro. Donde estamos ahora es producto de un sinfín de cosas. Nuestra región tuvo esclavitud, que es inaceptable, tuvo abusos, genocidios…; pero ahora tenemos que construir de cara al futuro.
¿Para qué yo me voy a estar preocupando de cosas de hace 500 años cuando tengo que levantar un sistema energético; cuando veo a mis compañeros venezolanos muriendo…? Eso es a lo que nosotros debemos estar.
Yo creo que la carta que debe solicitar AMLO es una carta a Maduro para que pida disculpas por las miles de muertes que ha provocado su régimen, ante la situación inhóspita en la que está poniendo a los ciudadanos. Eso es más apropiado.
Hablando de Venezuela, Puerto Rico se ha involucrado de lleno en la crisis. Yo misma viajé en un barco que partió con ayuda humanitaria puertorriqueña para Venezuela recientemente. Las tensiones no paran de aumentar y Trump asegura que tiene todas las opciones encima de la mesa, incluida la militar. ¿Apoyaría usted una intervención militar estadounidense?
Yo tengo cero que ver en eso, pero creo que todo esto tiene que terminar ya. Mi vía preferida sería que Maduro se dé cuenta de que tiene que salir de Miraflores y que tiene que dejarle paso a la democracia y a Venezuela, para que pueda tener una oportunidad de progreso.
Es increíble que tenga un pueblo sin medicinas, sin comida, un pueblo que tiene recursos naturales. Y es momento de dar ese paso. Las expresiones del pueblo han sido contundentes y poderosas, yo voy a apoyar cualquier medida que facilite esa transición.
¿Cualquier medida, incluida la militar?
Cualquier medida. Esto se tiene que analizar en términos de sus méritos…
Sé que eso tiene otras connotaciones pero para mí, mi objetivo final es qué va a llevar a que el pueblo venezolano tenga una oportunidad de progresar y crecer nuevamente. Y cualquier medida que esté a esa disposición, consideraría que se utilice.
Esta semana varios congresistas republicanos y demócratas presentaron un proyecto de ley para que Puerto Rico se convierta en el estado número 51 de Puerto Rico, una iniciativa que usted apoyó. Hubo proyectos similares en el pasado, ¿por qué cree que esta vez puede salir adelante?
Los primeros 120 años de colonia de Puerto Rico de Estados Unidos, los americanos no sabían la verdad, no sabían que Puerto Rico era parte de Estados Unidos. Nosotros tenemos estudios de opinión pública, y solamente un 20% de los estadounidenses lo sabían de forma previa a la tormenta. Posterior a la tormenta, eso cambió. Ahora más del 80% sabe que nosotros somos ciudadanos americanos, que somos parte de los Estados Unidos, y la gran mayoría de ellos entienden que fuimos tratados de manera injusta, en relación a otros estados.
Cuando eso se cristaliza, la pregunta es por qué se trató de manera diferente. Por qué se trató de manera injusta.
Y ahí entonces cae el asunto territorial colonial. Y yo creo que le ha abierto los ojos a mucha gente, a que este asunto no se pueda patear como se hacía antes.
Los congresistas no se metían en este asunto porque era tóxico, no veían qué ganaban. Era un asunto de Puerto Rico, así que le huían. Pero ahora Puerto Rico está en un lugar protagónico, es difícil escaparle a esa pregunta.
Mi petición ha sido que ahora todos los que toman decisiones, tengan una posición clara en Puerto Rico. Que no se escapen con que vamos a apoyar la autodeterminación del pueblo de Puerto Rico. No, el pueblo de Puerto Rico ya ha determinado en dos ocasiones que quiere ser un estado, no es cuestión de autodeterminación, es cuestión de cómo vamos a terminar ese proceso,
Yo veo un panorama totalmente diferente: mucho más consciencia de que somos parte de los Estados Unidos, y se ha visualizado lo que pasa cuando un ciudadano es tratado como un ciudadano de segunda clase, posterior a una devastación; ha quedado evidenciado para los ciudadanos americanos y del mundo.
La grave situación por la que pasa Puerto Rico, no solo por el paso del huracán, sino también por la crisis económica que ya padecía antes de María, ha llevado a que mucha gente abandone la isla en los últimos años. ¿Va Puerto Rico camino de la despoblación?
Nosotros entendemos que no. Queremos revertirlo. Parte de nuestro modelo a diez años es ver cómo convertimos a Puerto Rico en una jurisdicción atractiva para que sus ciudadanos se queden e invitar a aquellos que se han ido y a otros, que nunca hubieran considerado Puerto Rico, a que puedan venir.
Creo que si tenemos esos recursos que vienen ahora, las reformas que hemos encaminado en Puerto Rico, podemos revertir esa tendencia que ha sido problemática, detenerla y entonces empezar a tener más personas en Puerto Rico.
Si ese proyecto de ley para convertirse en el estado número 51 de EE.UU. no sale adelante, ¿usted apoyaría la opción de la independencia?
Yo siempre voy a defender que Puerto Rico se convierta en estado de EE.UU., pero reconozco que la independencia es una opción digna. Lo que no reconozco es la colonia como una opción digna. Yo sé diferenciar, aunque no las favorezco, entre lo que es una opción digna o no.
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