Philadelphia, Pennsylvania. En el histórico barrio sur de Philadelphia, en Queen Village, se escucha mariachi, se comen pupusas salvadoreñas y se venden trajes regionales guatemaltecos.
El ambiente es multicultural, de familias de clase trabajadora y de padres migrantes que se esfuerzan porque sus hijos, ya nacidos aquí, tengan la educación que ellos no tuvieron en su país natal.
Entre los migrantes, predominan en esta parte de Filadelfia los centroamericanos y mexicanos, mayoritariamente de Puebla, como es el caso de Tomás Flores y Marco Vázquez, originarios de Atlixco, quienes llegaron hace años a Estados Unidos con la ambición de que sus hijos salieran adelante.
Lee también Trump y Harris, en guerra por el voto latino en EU
Esa también fue la meta de los papás de Guadalupe Méndez, quien nació en la ciudad más poblada del estado de Pennsylvania, Philadelphia, y se esforzó por cumplir el sueño de sus padres poblanos, graduándose en Ciencias Políticas en la Universidad de Cabrini.
Pero a diferencia de sus progenitores, las ambiciones de Guadalupe son otras. A sus 26 años, no piensa en el futuro, sino en el presente, en darle voz a su comunidad, de allí que haya optado por salir a la calle para movilizar el voto hispano en la llamada ciudad del amor fraternal (philos- adelphos, amor-hermano).
“Somos la primera generación con derecho a voto y somos la primera que puede hacer que las cosas cambien para nuestra comunidad”.
“Nuestros valores y representación siempre han estado en peligro, nunca ha habido un presidente que nos represente, así que hoy más que nunca debemos mostrarnos, y qué mejor que manifestándonos en las urnas”.
Lee también Harris supera a Trump en intención de voto latino, pero la ventaja demócrata se reduce
La responsable de la unidad de movilización juvenil de JUNTOS, organización promotora de los derechos del migrante, explica que su activismo no es para favorecer a republicanos o demócratas.
Dice que un candidato ha propagado el racismo y los prejuicios con un discurso de odio, mientras que el otro partido solo los ha utilizado para ganar elecciones con promesas falsas. Afirma que tanto Donald Trump como Kamala Harris son un peligro, debido a que ambos tienen políticas peligrosas para la comunidad.
“Nuestro objetivo es que los jóvenes sepan del poder de su voto, que estamos en una posición única, porque somos los primeros que podemos votar de nuestras familias y cultura. Lo importante es que usen su voz, sea como sea, porque solo así podrán sentirse representados”.
En Pennsylvania, estado considerado clave para definir la contienda presidencial, se han registrado 9 millones 88 mil electores. De ese universo, la proyección es que 362 mil son votos de latinos, 57 mil más en comparación con hace cuatro años.
Lee también Trump y Harris cortejan a latinos, a días de elección
En las presidenciales de 2016, Trump triunfó en la entidad por solo 42 mil votos, mientras que en 2020, el presidente Joe Biden ganó con casi 80 mil. Para esta cita se proyecta un resultado aún más apretado.
En 2020, 69% del voto latino fue para Biden y 26% para Trump. Los expertos señalan que es muy probable que para esta edición, el voto a Trump sea menor, luego de los insultos a Puerto Rico por parte de un comediante durante un mitin político.
Hay unos 400 mil puertorriqueños en Pennsylvania, y la indignación es enorme, no solo por la declaración política del comediante, sino porque Trump no rechazó de manera rotunda los insultos. Esta situación puede hacer que la balanza se incline al lado demócrata, coinciden los estudiosos consultados por EL UNIVERSAL.
“El voto latino es crítico, va a impactar y determinar las elecciones en los Estados reñidos, incluyendo Pennsylvania. Sin la participación latina en 2020, principalmente en Arizona, Michigan, Wisconsin y Pennsylvania, Trump sería hoy presidente, así que si los latinos se quedan en casa el martes, ganará Trump”, afirma Lydia Camarillo, presidenta del Proyecto de Educación para la Inscripción de Votantes en el Sudoeste (SVREP por sus siglas en inglés), y quien desde hace 25 años estudia la evolución del voto de la comunidad hispana.
Lee también Odio racial y político, en elección en EU
“Ciertamente, el voto no es monolítico, pero la gran mayoría favorece a los demócratas”, dice la experta, señalando a cubanos, venezolanos y algunos nicaragüenses, entre los grupos que más votan por el Partido Republicano, pensando que es la bancada que favorece los negocios y la reducción de impuestos.
Para Camarillo, en la mente del votante latino está el tema del empleo, la vivienda, la salud y la igualdad de oportunidades, aunque es muy probable que el llamado error de octubre, cometido por el comediante Tony Hinchcliffe, el haberle llamado “isla flotante de basura” a Puerto Rico, termine por movilizar aún más a la comunidad.
“Los latinos quieren tener prosperidad, trabajo y que sus familias estén en una situación mejor. Por eso votan. Segundo, quieren que la siguiente generación, nuestros hijos, tengan mejores oportunidades y acceso a educación, que es la vía para salir de la pobreza”.
“Migración no es tan importante, porque los que votan son ciudadanos, pero sí la cuestión de la deportación. Trump ha dicho que va a deportar solo a indocumentados, pero en los 30 y 50, Estados Unidos deportó a ciudadanos. Así que hay miedo, preocupación, y ese también es factor”.
Lee también Kamala Harris, decidida a recuperar el voto hispano
La tercera cuestión de peso en la comunidad es la libertad de elegir, concretamente el aborto, un derecho que se ha ido recortando sistemáticamente desde 1973, cuando la Corte Suprema resolvió que era legal en la histórica causa Roe V. Wade.
“El voto latino es cada vez más grande, son más y más las personas que entienden que registrar el voto es nuestra forma de proteger a nuestras comunidades”, insiste la estudiosa.
En 2020 se registraron a nivel nacional 18.6 millones de latinos y votaron 16.6 millones. Para esta edición, 13 estados con poblaciones importantes de latinos, proyectan un aumento en el registro de 1.7 millones con relación a hace cuatro años.
National Association of Latino Elected and Appointed Officials (NALEO), proyecta que al menos 17.5 millones latinos votarán a nivel nacional en esta convocatoria.
Laura Rodríguez, vicepresidenta de Asuntos Gubernamentales del Center for American Progress, coincide en que el voto latino volverá a ser decisivo como en 2020, año en que dio victorias importantes en varios distritos, ayudando a mantener puestos federales en Arizona y Nevada.
“Las elecciones de 2024 probablemente registrarán una participación récord de votantes latinos, así que el voto latino podría ser la diferencia en estados claves como Pensilvania, Arizona, Nevada, y Georgia, estados que podrían decidir las elecciones”.
Aunque la fuerza latina paulatinamente ya no se está conformando solo con votar. Rodríguez sostiene que en algunas entidades está floreciendo en las urnas, con más candidatos postulándose a cargos públicos.
“Los latinos todavía tienen un largo camino por recorrer en términos de representación, pero datos recientes demuestran que no quieren ser espectadores; quieren tener voz en la legislación y el gobierno, postulándose mayoritariamente como demócratas”, señala.
Lee también Minorías en Estados Unidos, un voto que será decisivo
“Los latinos quieren una reducción en precios para poder proveer por sus familias, cuidar a sus seres queridos, y poner un techo sobre sus cabezas”.
Dice que Harris es la única candidata con planes para atender esas cuestiones, pues el “imprudente impuesto” que pretende introducir Trump a las importaciones, le costará a una familia típica 3 mil dólares al año.
Ve también en la candidata demócrata, respuesta otras inquietudes de los latinos, como es la vivienda, los impuestos y la salud.
“Donald Trump hará que los costos de construcción de viviendas se disparen al arrestar y deportar a decenas de miles de constructores de viviendas”, advierte Rodríguez.
El poblano Marco Vázquez tiene hijos estadounidenses y la idea de que triunfe Trump aterra, pues implica el riesgo de ser separado de su familia. “Somos padres, tenemos hijos, no nos gustaría que nos deporten”.