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Londres.— La reina Isabel II dijo este domingo sentirse “abrumada” y “profundamente conmovida” por la gran cantidad de gente que ha salido a las calles para celebrar su Jubileo de Platino, con el que se conmemoran sus 70 años en el trono.
En un mensaje divulgado por el Palacio de Buckingham, la soberana, de 96 años, aseguró que continuará sirviendo al país “lo mejor que pueda” con la ayuda de su familia.
“Cuando se trata de cómo cumplir 70 años como su reina, no hay una guía a seguir. Es la primera vez. Pero estoy agradecida y profundamente conmovida de que tantas personas hayan salido para celebrar mi Jubileo de Platino”, añadió.
La reina, que tiene problemas de movilidad, admitió que, si bien no pudo asistir a todos los eventos programados en estos cuatro días de festejos, su corazón ha estado con “todos”.
“Me ha inspirado la amabilidad, la alegría y la afinidad que ha sido tan evidente en los últimos días, y espero que este sentido renovado de unión se sienta por muchos años”, subrayó la reina, después de aparecer en el balcón del Palacio de Buckingham para saludar a la multitud allí congregada.
Después de un gran desfile con miles de voluntarios frente al palacio, Isabel II, con vestido verde, salió al balcón con el príncipe Carlos, heredero de la corona; Camilla, duquesa de Cornualles, y los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, que estaban acompañados por sus hijos, Jorge, Carlota y Luis.
La presencia de tres futuros reyes —Carlos, Guillermo y Jorge— fue demostración de la continuidad de la línea sucesoria.
En presencia de miles de espectadores y de miembros de la familia real, militares, músicos, bailarines, vehículos antiguos, autobuses de dos pisos y celebridades tomaron parte en esta fiesta, que resaltó la profunda transformación que ha experimentado el Reino Unido desde el ascenso de Isabel II al trono, el 6 de febrero de 1952.
Cierre con broche de oro
Los cuatro días de celebraciones terminaron con la inmensa multitud entonando el himno nacional God save the queen (Dios guarde a la reina), frente al Palacio de Buckingham.
Antes, la superestrella del pop Ed Sheeran cantó Perfect en honor a la monarca más longeva que haya tenido el país, como colofón de un gran carnaval por Londres, que escenificó la riqueza de la cultura británica.
Pese a la previsión meteorológica, los 10 mil participantes y las decenas de miles de personas reunidas para presenciarlo, protegidas con gorros y abrigos contra el frío, escaparon a la lluvia.
Abrió el desfile, concebido para representar la transformación de la sociedad británica desde la llegada de la reina al trono en 1952 con 25 años, la carroza de oro de los monarcas británicos.
En las ventanas del vehículo, de más de 260 años de antigüedad, se proyectaron imágenes de la joven Isabel camino a su coronación. Siete autobuses de dos pisos repletos de famosos celebraron la cultura de cada una de las décadas de su reinado.
Fue una celebración de la cultura británica, con sus elegancias y excentricidades, a la que no faltaron los Aston Martin de las películas de James Bond.
Durante el desfile, la reina estuvo representada por el príncipe Carlos, hecho cada vez más frencuente en un progresivo traspaso de funciones por una soberana de frágil salud.
En un sombrío contexto social, con una inflación disparada, la división provocada por el Brexit y los 180 mil muertos por la pandemia, los festejos del jubileo fueron una válvula de escape para la población.
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