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Viña del Mar.— Miles de personas intentan levantarse de las cenizas en los cerros de Viña del Mar, en la región de Valparaíso en el centro de Chile, golpeada por uno de los incendios forestales más mortíferos del siglo XXI, con un saldo actualizado de 123 muertos y más de un centenar de desaparecidos.
Los violentos incendios del viernes dejaron sin luz, agua y bajo una nube humo a vecinos de Quilpué y Villa Independencia, de las zonas más pobladas de esa región a unos 120 km al noroeste de Santiago.
“Todavía tengo un nudo en la garganta y no tanto por lo material (...) perdí varios amigos vecinos aquí cerca, cuatro más por ahí arriba. Eso es lo que más duele”, lamentó Hugo de Filippi, un mecánico de auto de 34 años, conmovido con la ayuda de vecinos y estudiantes para limpiar un sector con calles bloqueadas de escombros carbonizados y todavía con olor a humo.
En Viña del Mar, los pobladores se movilizaron durante todo el día llevando agua, ropa, comida a las zonas más castigadas por las llamas. Con palas y escobas, familias y grupos de amigos ascendieron a los cerros para realizar brigadas de limpieza. “No hay explicación. De verdad esto es un desastre”, dijo a la AFP Camila Pérez, de 23 años, que se organizó con su papá, su pareja y hermanos para prestar ayuda en El Olivar. El tráfico empeoró con la llegada de voluntarios, gente que quiere ayudar a familias y asistir a mascotas. También están trabajando bomberos y equipos oficiales buscando víctimas.
En pleno verano austral, esta zona de playas tiene gran parte de sus hoteles sin empleados porque han resultado afectados por la catástrofe, que ha dejado una estela de colinas con casas quemadas y vías estrechas tapadas de vehículos que hasta ahora se desconoce si estaban estacionados o si estaban ocupados por personas que intentaron evacuar. El último balance el lunes elevó a 122 los muertos, de los cuales solo 32 han podido ser identificados, informó un comunicado del Servicio Médico Legal (SML).
Las autoridades han reiterado que es difícil el trabajo “de levantamiento de cuerpos” porque hasta el domingo había lugares con focos de fuego cerca, pero también porque hay casas y vehículos carbonizados. “Hay 190 desaparecidos en Viña del Mar”, dijo la alcaldesa de la ciudad, Macarena Ripamonti, quien agregó que 20 mil vecinos quedaron damnificados por los incendios.
Este lunes se volvió a implementar un toque de queda nocturno, para facilitar las labores de los médicos forenses, la limpieza de escombros e intentar reponer algunos servicios públicos. Aún sin cifras de personas que perdieron casas, ya son casi 15 mil las viviendas dañadas, informó el subsecretario del ministerio del Interior, Manuel Monsalve.
Algunos focos de los incendios empezaron el miércoles, el mismo día que se hizo sentir una ola de calor con temperaturas por encima de 40 grados Celsius, y el viernes en la tarde se propagaron en cuestión de horas.
Las investigaciones preliminares apuntan a que el origen serían cuatro focos y que los indicios sugieren que no sólo fueron provocados, si no planificados, aunque de momento no se han practicado detenciones.