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Concord, New Hampshire. — El senador Bernie Sanders y el exalcalde de South Bend, Pete Buttigieg, hicieron su lucha por la nominación presidencial demócrata mientras pugnan por ganar las primarias en este estado.
El legislador de Vermont, de 78 años, y el exalcalde de South Bend, Indiana, de 38, llegaron a la cima de la primera competencia en Iowa, en unas elecciones empañadas por el caos generado en torno a su resultado, que finalmente ganó Bu-ttigieg casi una semana después del caucus y cuyo triunfo fue anunciado por el Partido Demócrata ayer.
Lo anterior le da al exalcalde 14 delegados. El segundo puesto es para el izquierdista Bernie Sanders, con 12 delegados, seguido de la senadora Elizabeth Warren (8), el ex vicepresidente Joe Biden (6) y la senadora Amy Klobuchar con uno.
En Estados Unidos el proceso de primarias al final es una cuestión de matemáticas: gana la nominación demócrata aquel aspirante que consiga hacerse con el respaldo de un mayor número de delegados en la convención del partido, en la que formalmente se designa al candidato.
El Comité Nacional Demócrata (DNC) calcula que habrá 3 mil 979 delegados en la convención de este año, con lo que los aspirantes deben ganar al menos mil 990 (50% más uno) para asegurarse la victoria. Iowa tiene un peso mínimo porque solo reparte 41 delegados.
No obstante, por ser el primer estado donde los electores se pronuncian, acapara la atención de políticos y periodistas.
Sanders, un izquierdista cuyo estado natal limita con New Hamp-shire, aparece liderando las intenciones de voto, según cuatro encuestas publicadas ayer.
En cada una de ellas es secundado por el moderado Buttigieg, y seguido por la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren y el exvicepresidente Joe Biden.
“Creo que tenemos una excelente oportunidad de ganar”, aseveró Sanders a CNN. “Me postulo contra un candidato, Pete Buttigieg, quien ha recaudado dinero de más de 40 multimillonarios”, agregó. “Nuestro apoyo proviene de la clase trabajadora de este país”.
Su campaña, basada en gran medida en pequeños donantes, asegura haber recaudado 25 millones de dólares el mes pasado.
Buttigieg desestimó esas afirmaciones. “Bueno, Bernie es bastante rico, y con mucho gusto acepto una contribución de él”, bromeó, antes de señalar más seriamente:
“Esta es la pelea de nuestras vidas. No soy un fanático del sistema actual de financiamiento de campañas, pero insisto en que tenemos que entrar en esto con todo el apoyo que podamos obtener”.
Remarcó además que está “construyendo el movimiento que va a derrotar al presidente Donald Trump”, impulsado por las donaciones de 2 millones de personas.
Tanto Buttigieg como Biden, cuya condición de favorito nacional para la nominación demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre se ha visto cuestionada por el lejano cuarto lugar que ocupó en Iowa, dijeron que sería mucho más difícil para su partido derrotar a Trump en noviembre si Sanders gana las primarias.
Las posturas de Sanders en el extremo izquierdo del espectro, con propuestas como la extensión del programa Medicare a toda la población, han sido recibidas con mofa por Trump, quien dijo a un entrevistador la semana pasada: “Creo que es un comunista”.