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Kiev.— Al menos 21 personas murieron en Kiev, entre ellas cuatro menores, en uno de los mayores ataques aéreos rusos contra Ucrania, que Estados Unidos calificó este jueves de “amenaza” para los esfuerzos de paz de Donald Trump.
Rusia continúa bombardeando ciudades ucranianas pese al impulso del presidente estadounidense para poner fin a la guerra —iniciada por la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022—, que por el momento no ha arrojado resultados concretos. Trump “no estaba contento” con la noticia de los ataques en la capital ucraniana, pero “tampoco estaba sorprendido”, declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Esta reacción del dirigente estadounidense, que se niega a atribuir la responsabilidad de la guerra a Rusia, difiere en su tono de la de su enviado especial para Ucrania, Keith Kellogg. Este denunció poco antes los “ataques atroces” que “amenazan la paz que el presidente de Estados Unidos está buscando”.
Según el último balance de los rescatistas, 21 personas murieron, entre ellos cuatro menores, y alrededor de 50 resultaron heridas.
El ataque afectó a zonas céntricas de la capital, y provocó daños importantes en la representación de la UE y la oficina del British Council. En un barrio del este de Kiev, los equipos de rescate sacaron varios cadáveres de un edificio residencial totalmente destruido, constataron periodistas de AFP presentes en el lugar. Una bomba dejó un cráter humeante en un edificio residencial de cinco pisos que quedó partido en dos por el bombardeo. Una escuela de preescolar resultó igualmente dañada y un centro comercial fue alcanzado.
El ejército ucraniano puntualizó que Rusia empleó 598 drones y 31 misiles, incluidos dos supersónicos Kinzhal, en lo que fue el segundo mayor ataque aéreo contra el conjunto del país desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, calificó el ataque como una “horrible y deliberada matanza de civiles”.
“Rusia no tiene ningún interés en la diplomacia. Prefiere continuar matando antes de poner fin a la guerra”, añadió el dirigente, que pidió nuevas sanciones.
“Ya se han incumplido todos los plazos y se han echado por tierra decenas de oportunidades para la diplomacia. Rusia debe sentirse responsable de cada ataque, de cada día de esta guerra”, insistió.
El Kremlin, que afirmó haber atacado objetivos militares, insistió en que sigue interesado en la diplomacia, pero que sus bombardeos contra Ucrania “continuarán”.
“Las fuerzas armadas rusas cumplen su misión. Continúan atacando objetivos militares y paramilitares”, declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, en respuesta a una pregunta de la AFP. “Al mismo tiempo, Rusia sigue interesada en continuar el proceso de negociación para alcanzar sus objetivos por medios políticos y diplomáticos”, agregó. El jefe de gobierno alemán, Friedrich Merz, consideró “evidente que no habrá ningún encuentro” en lo inmediato entre el presidente ucraniano y su homólogo ruso, Vladimir Putin, como lo espera Trump para encontrar una salida a la guerra.
El ataque contra Kiev ocurre después de tres años y medio de la invasión rusa y con las negociaciones de paz bloqueadas pese a la presión estadounidense. El edificio de la misión de la Unión Europea en Kiev quedó dañado por los ataques, afirmó el presidente del Consejo Europeo, António Costa, quien aseguró que el bloque “no se dejará intimidar” por Rusia.
También la oficina del British Council en la capital ucraniana resultó “severamente dañada” en el bombardeo, informó la entidad en su página de Facebook. Tanto la UE como el gobierno británico convocaron a los embajadores de Rusia. Los líderes de Francia y Reino Unido condenaron este nuevo ataque. “Putin está matando a niños ya civiles, y saboteando las esperanzas de paz. Este baño de sangre debe terminar”, escribió el primer ministro británico, Keir Starmer.
El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó el “terror y barbarie” rusos, mientras que el jefe de gobierno alemán, Friedrich Merz, afirmó que “Rusia ha mostrado su verdadera cara” con los ataques.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que “los ataques contra civiles e infraestructuras civiles violan el derecho internacional humanitario, son inaceptables y deben cesar de inmediato”. Guterres habló por teléfono con el mandatario ucraniano.
Destacó la importancia de mantener el “impulso diplomático” y reafirmó la posición de la ONU en apoyo de “un alto el fuego completo, inmediato e incondicional” como primer paso hacia una “paz justa, integral y sostenible” para Ucrania.