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La defensa civil de Gaza afirmó el sábado que al menos 93 personas murieron en bombardeos israelíes contra una escuela que, según el ejército de Israel, era usada como centro de mando del movimiento islamista Hamas que gobierna el territorio.
Los bombardeos, cuyo balance no pudo ser verificado de forma independiente, están entre los más mortíferos desde que comenzó la guerra en la Franja de Gaza, desencadenada por un ataque de Hamas en suelo israelí el 7 de octubre, según datos comunicados por el movimiento islamista palestino.
Hamas denunció un "crimen horrible" y una "peligrosa escalada", después de que Israel aceptara el viernes, bajo presión internacional, retomar las negociaciones sobre una tregua en el enclave palestino el 15 de agosto.
Situada en el centro de Ciudad de Gaza, la escuela al-Tabi'een, atacada el viernes por la noche, acogía a unos 250 desplazados, en su mayoría mujeres y niños, según fuentes de los medios de comunicación del gobierno de Hamas, en el poder en Gaza desde 2007.
El portavoz de la agencia de defensa civil, Mahmud Basal, informó que hubo varios bombardeos contra "dos pisos de la escuela coránica al-Tabi'een y la mezquita (adyacente) con tres misiles" y que el ataque causó "la muerte de 93 personas, entre ellas once niños y seis mujeres".
"Decenas de personas resultaron heridas y algunas de ellas están en cuidados intensivos, hay muchas partes de cuerpos sin identificar y personas desaparecidas", añadió.
El ejército israelí afirmó en la red social X que tanto el "recinto" como la "mezquita" servían "de instalaciones militares para Hamás y la Yihad Islámica" [otro grupo armado de Gaza] y que eran usados para "perpetrar atentados terroristas".
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Grupos de rescatistas recogían los cuerpos ensangrentados en un edificio destruido para trasladarlos después en varias ambulancias, según imágenes de AFP.
En el momento del bombardeo, "la gente en la escuela estaba rezando", recordó un socorrista que prefirió no dar su nombre, afirmando haber descubierto "cuerpos amontonados unos encima de otros".
La relatora especial de Naciones Unidas para los Territorios Palestinos, la italiana Francesca Albanese, acusó a Israel de "genocidio de los palestinos" y Catar pidió una "investigación internacional urgente" de lo sucedido.
Arabia Saudita condenó también el ataque y pidió el cese de las "masacres" en Gaza, el Ministerio turco de Relaciones Exteriores denunció "un nuevo crimen contra la humanidad" y el portavoz del Ministerio iraní de Relaciones Exteriores condenó un "crimen de guerra".
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, se dijo por su parte "horrorizado" y el Ministerio de Relaciones Exteriores francés recordó que el "respeto del derecho internacional humanitario se impone a Israel".
Tras más de diez meses de guerra, las tropas israelíes siguen combatiente al grupo palestino, considerado como organización "terrorista" por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
El ejército israelí indicó el viernes que sus tropas combatían a los combatientes islamistas en la zona de Jan Yunis, la gran ciudad del sur de Gaza que quedó destruida. El cuerpo armado había pedido a la población evacuar los barrios del este de la localidad.
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El conflicto ha disparado la tensión en Oriente Medio, en alerta especialmente después de las muertes del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán y de un comandante del movimiento islamista libanés Hezbolá en Beirut.
Israel solo ha reivindicado el segundo de estos ataques, pero Hamás e Irán lo acusan también de la muerte de Haniyeh y han prometido venganza.
Ante la perspectiva de una deflagración regional, Catar, Egipto y Estados Unidos reclamaron el jueves a ambas partes volver a las negociaciones indirectas para pactar un alto el fuego y la liberación de los rehenes tomados por Hamás en su ataque de octubre.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusado por opositores, analistas externos y por Hamás de querer prolongar la guerra para sacar rédito político, aceptó participar en estas nuevas conversaciones.
Hamás, que nombró esta semana a Yahya Sinwar como su nuevo líder, aún no dio su respuesta. Sinwar es señalado por Israel como cerebro del ataque del 7 de octubre, que desató el conflicto.
Los combatientes islamistas mataron ese día a 1.198 personas, en su mayoría civiles, y tomaron como rehenes a otras 251, según datos israelíes.
Sin embargo, el ejército israelí calcula que 111 rehenes permanecen en Gaza, incluidos 39 a los que dan por muertos.
En represalia, Israel prometió acabar con Hamás y lanzó una campaña militar contra Gaza que ya ha matado 39.790 personas, según el Ministerio de Salud de este territorio.
mcc