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Uagadugú, Burkina Faso.— Al menos 138 civiles murieron la noche del viernes al sábado en dos ataques en el norte de Burkina Faso, el episodio más sangriento registrado en este país africano desde el inicio, en 2015, de una ola de violencia yihadista.
Los ataques, cometidos con pocas horas de diferencia, tuvieron lugar en la zona denominada “de las tres fronteras”, entre Burkina Faso, Malí y Níger, una región sometida a la violencia de los yihadistas, ya sea afiliados a Al-Qaeda o al Estado Islámico (EI). “La noche del viernes al sábado, individuos armados llevaron a cabo una incursión asesina en Solhan, en la provincia de Yagha”, dijo a la AFP una fuente de los servicios de seguridad, describiendo el primer ataque.
“Varios heridos sucumbieron a sus heridas y fueron hallados nuevos cuerpos. El saldo, todavía provisional, era de 138 muertos”, declaró el sábado por la noche un diputado local, quien precisó que “los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes”. Además habría decenas de heridos.
“Además del alto balance humano, el peor registrado hasta la fecha, se incendiaron viviendas y el mercado de Solhan”, indicó otra fuente de seguridad.
Las autoridades decretaron un luto nacional de 72 horas, desde la medianoche del sábado 5 de junio. Solhan, una pequeña localidad ubicada a unos 15 kilómetros de Sebba, capital de la provincia de Yagha (cerca de la frontera maliense) ha sido escenario de numerosos ataques en los últimos años. El 5 de mayo, las fuerzas armadas iniciaron una operación en las regiones del Norte y del Sahel para combatir los ataques yihadistas, que desde 2015 han causado más de mil 400 muertos y forzado a un millón de personas a abandonar sus hogares.
Además de ese ataque, el viernes por la noche tuvo lugar otro en una aldea de la misma región, Tadaryat, en el que murieron al menos 14 personas, entre ellas un miembro de las milicias.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró “indignado” por la masacre de civiles en el norte de Burkina Faso, dijo su portavoz. La Unión Europea condenó “más que nunca” los ataques “cobardes y bárbaros” en Burkina Faso, dijo el alto responsable de Política Exterior, Josep Borrell, en un comunicado.