San José.— Tras las primeras fases del diálogo político en México entre la oposición y el oficialismo de Venezuela, efectuadas del 13 al 15 de agosto y del 3 al 6 de septiembre pasados, ambas partes se reunirán de hoy al próximo lunes en la capital mexicana para debatir sobre uno de los asuntos más sensibles de la crisis institucional venezolana: independencia de Poderes, con énfasis en una reforma judicial.
Apegados a un memorando que rubricaron en agosto anterior acerca del espíritu, la agenda, el método, las metas, la sede, las comitivas, los mediadores, el acompañamiento externo y otros factores de las pláticas, los dos bandos debatirán sobre el “Respeto del Estado Constitucional de Derecho”, pieza crucial del temario.
El embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, pidió ayer evitar “subestimar” lo que calificó como “necesidad” de introducir una “reforma judicial drástica”.
“El sistema de justicia se ha utilizado como una herramienta para lanzar ataques contra opositores políticos, activistas y organizaciones de la sociedad civil, y cualquier persona considerada una amenaza para el régimen” del cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, alertó Story.
“Sólo levantaremos sanciones [de EU] con avances irreversibles en Venezuela hacia la democracia”, como liberar reos políticos, realizar elecciones y respetar la libertad de prensa, entre otros requisitos, advirtió.
Una clave del diálogo en México es que el oficialismo acepte insertar condiciones esenciales para unos comicios generales libres, justos y verificables, y, en respuesta, la oposición negociará que EU levante las medidas punitivas económicas que impuso a Venezuela desde 2017 por violar los derechos humanos y alterar el orden democrático.
Consultadas por EL UNIVERSAL, fuentes opositoras coincidieron en que el oficialismo controla los Poderes Ejecutivo, Judicial y Electoral y el Legislativo electo afín a sus normas, por lo que “no existe” una independencia institucional.
Con Noruega como mediador, Holanda como acompañante de la oposición y Rusia del oficialismo, las comitivas de Maduro y del proclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, realizarán la tercera etapa del diálogo en busca de resolver la honda crisis política, socioeconómica e institucional de Venezuela, que se agravó en 2014.
En la segunda, las delegaciones firmaron un acuerdo que ratificó la soberanía de Venezuela sobre la Guayana Esequiba, en el este venezolano y zona en reclamación con Guyana, excolonia británica. También suscribieron un pacto social para atender las necesidades humanitarias de los venezolanos que se agravaron por el coronavirus.
Al intervenir el miércoles pasado en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, Maduro —desconocido como gobernante por más de medio centenar de países que reconocen como mandatario a Guaidó— acusó que Venezuela sufre “persecución financiera, monetaria, comercial, económica, energética, sistemática, cruel y criminal” de EU y de la Unión Europea.