Caracas.— La reelección del presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha desatado una ola de protestas al interior del país, y una crisis diplomática con otras naciones que desconocieron el resultado o exigen al gobierno presentar las actas y permitir su verificación, en aras de la transparencia y la tranquilidad.
Las fuerzas del orden reprimieron las protestas. “¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer!”, gritaban miles de manifestantes que marcharon en la gigantesca barriada popular de Petare, la mayor de Caracas. “¡Que entregue el poder ya!”, exclamaban otros.
Manifestaciones se reportaron en varios sectores de la capital, algunos muy pobres, constataron periodistas de la AFP. Una de ellas, en un sector residencial y de oficinas en el este de la ciudad, fue dispersada con gases lacrimógenos.
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“Por la libertad de nuestro país, por el futuro de nuestros hijos, queremos libertad, queremos que se vaya Maduro, ¡vete Maduro!”, dijo a la AFP Marina Sugey, una ama de casa de 42 años, en la protesta de Petare.
Decenas de militares han lanzado gases lacrimógenos y perdigones contra manifestantes y detuvieron a una veintena de ellos. Varios de los manifestantes descolgaron carteles de la campaña de Maduro y los arrastraron por el suelo, atados a las motocicletas. En el estado Falcón, la gente derribó una estatua del fallecido exmandatario Hugo Chávez.
Las manifestaciones se desarrollaron en paralelo al acto de proclamación oficial de Maduro como el ganador de los comicios, y en el que denunció un intento de golpe de Estado “de carácter fascista y contrarrevolucionario”.
Por la tarde, la lideresa opositora María Corina Machado aseguró que, tras obtener 73% de las actas emitidas en las presidenciales, la victoria de González Urrutia es “apabullante”. Exigió al gobierno mostrar las actas para que puedan ser cotejadas. González Urrutia señaló que “tenemos en nuestras manos las actas que demuestran nuestro triunfo categórico y matemáticamente irreversible”.
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Maduro va contra siete países
El anuncio de los resultados, luego de horas de retraso, y contrario a lo que venían diciendo las encuestas, desató las dudas de diversos países. El presidente argentino, Javier Milei, descalificó lo que tachó de “fraude”, mientras que el chileno Gabriel Boric dijo que son resultados “difíciles de creer”. Panamá retiró a su personal diplomático de Caracas y puso “en suspenso” las relaciones bilaterales.
La reacción de Maduro no se hizo esperar, y anunció su decisión de exigir a Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay “el retiro, de manera inmediata, de sus representantes en territorio venezolano”, en rechazo a sus “injerencistas acciones y declaraciones” sobre las elecciones. También dijo que retiraría a los embajadores venezolanos de dichas naciones.
El gobierno peruano, por su parte, expulsó a los diplomáticos venezolanos acreditados allí y les dio un plazo máximo de 72 horas para abandonar el país, en respuesta a “las graves y arbitrarias decisiones tomadas por el régimen venezolano”, explicó la Cancillería.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken expresó su “seria preocupación” por el resultado tras pedir un conteo “justo y transparente”. El presidente colombiano, Gustavo Petro, aliado de Maduro pero que en las últimas fechas se ha desmarcado de sus acciones, pidió “el conteo total de los votos, su verificación y auditoría de carácter independiente”. Brasilia llamó a una “verificación imparcial de los resultados”.
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El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el país reconocerá el triunfo de Maduro “si la autoridad electoral confirma esa tendencia [de que ganó]”.
En contraste, Estados como Irán, China, Rusia, Nicaragua, Honduras, reconocieron la victoria de Maduro y lo felicitaron.
La crisis es de tal magnitud que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó para el miércoles a una reunión extraordinaria para “abordar los resultados del proceso electoral” venezolano. La cita, anunciada después de que los países enfrentados a Venezuela la solicitaran, se realizará a las 19:00 GMT.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, hizo un llamado “a la total transparencia y anima a que se publiquen puntualmente los resultados de las elecciones y un desglose por colegios electorales”, según dijo su portavoz, Stéphane Dujarric, señalando que Guterres ha tomado nota “de las preocupaciones expresadas por los actores políticos y los miembros de la comunidad internacional”.
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Máxima tensión
La situación está más que “caliente” en Venezuela. Tras anunciar el retiro de los diplomáticos, Pedro Urruchurtu Noselli, coordinador Internacional del partido opositor Vente Venezuela (VV) y quien ha sido parte de la campaña opositora, denunció que un grupo de policías “pretenden tomar” la Embajada de Argentina en Caracas donde él y otros cinco opositores se refugiaron desde el 26 de marzo, luego de que la Fiscalía los acusara de varios delitos, como conspiración y traición a la patria, entre otros.
Venezolanos acudieron a la legación, en un intento por evitar cualquier acción de la policía.
Además, de acuerdo con la ONG Foro Penal, se han realizado al menos 13 “arrestos arbitrarios”, en lo que califica como balance preliminar sobre la “opresión por parte del Estado venezolano”.
Machado convocó para este martes a la gente “a reunirse en asambleas entre las 11 y las 12 de la mañana”. Por su parte, el chavismo llamó a “todas las fuerzas del pueblo revolucionario” a hacer marchas a las 14:00 horas locales.
