Santiago de Cuba.— La Revolución cubana, que ayer cumplió 60 años, “no ha envejecido” y está “curada de espantos”, aseguró el ex presidente Raúl Castro, quien ante el empeoramiento de las relaciones con Estados Unidos llamó a la población a prepararse “para todos los escenarios, incluyendo los peores”.
El líder del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único) encabezó, acompañado del presidente Miguel Díaz-Canel y las cúpulas del Partido Comunista y las Fuerzas Armadas, un acto oficial en Santiago de Cuba, “cuna de la revolución” liderada por su hermano mayor, el fallecido ex mandatario Fidel Castro (1926-2016).
En un discurso de casi 40 minutos, Raúl Castro repasó en primera persona más de medio siglo de historia y criticó a Estados Unidos, eterna némesis de la isla comunista y cuyo actual gobierno se mueve “nuevamente en un rumbo de confrontación”, aseguró Castro, quien insistió en su confianza en la “nueva generación de revolucionarios”.
El general de 87 años confirmó su “satisfacción” por la gestión de su pupilo, el actual presidente Miguel Díaz-Canel (58 años), que llegó al poder en abril pasado.
Consideró que mejorar la economía es el principal reto de Cuba, e instó a buscar soluciones a los múltiples problemas en este ámbito e impulsar la inversión extranjera. Para mejorar la maltrecha economía de la isla —que apenas crece un 1% anual y arrastra una crónica crisis de liquidez y divisas— Castro planteó desde adoptar una “actitud más proactiva” y dar “soluciones a los problemas con respuestas ágiles y eficientes” hasta “ser más coherentes, sistemáticos y precisos en la implementación de los lineamientos económicos”.
Además de la crisis que sufre su aliado Venezuela, que provocó un desplome en los envíos de crudo venezolano subsidiado a la isla, La Habana, que vio reducidos sus ingresos por exportaciones, dejará de recibir unos 300 millones de dólares anuales por la exportación de servicios profesionales a Brasil como consecuencia de su salida del programa Más Médicos.