Mi primer día de 'stripper' no fue muy diferente al primero de escuela. En ambas ocasiones pretendí ser más valiente de lo que en realidad era”, expresó la escritora Romina Pistolas , chilena radicada en Australia, en su novela literaria 'Carmen', que narra los retos del "negocio de bailar sin ropa".
Este libro contiene un sinnúmero de anécdotas convertidas en prosa basadas en las memorias de la autora, así como en las de cada una de las mujeres, y hombres, que se ha cruzado en este mundo de las strippers al que ingresó hace muchos años.
Ella tuvo dos bautismos: como Romina en la población chilena de Puerto Varas, en 1987, y como Carmen en la ciudad australiana de Adelaide, 25 años después, cuando su iniciadora en el negocio del desnudismo le dijo que necesitaba un nombre latino para tener éxito en el viejo oficio del striptease.
Desde ese momento, su vida se transformó: ganaba una cantidad exorbitante de dinero e, incluso, se llegó a casar con un cliente australiano - de quién se divorció posteriormente -, según contó al diario argentino 'El Clarín'.
Era otra persona, era muy diferente a quien habían conocido sus parientes cercanos. Esa fue una de las situaciones que más la conflictuó, pensar en lo que opinaría su familia.
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Sus problemas de ansiedad crecieron por esta cuestión, ya que duró más de 10 años ocultando esta realidad de ellos: "Lo oculté tantos años porque pensaba que iba a avergonzar a mis padres. Mi mamá es profesora. Hace poco entró en su sala y escuchó que alguien estaba preguntando qué valores le había dado a su hija para que saliera una bailarina, una pu(...). Esas situaciones me rompen el corazón".
Pero aseguró al diario argentino 'La Nación' que la única manera de sobreponerse al trastorno de ansiedad generalizada fue hablar, no solo a su familia, al mundo. Y salió bien: sus padres le dieron gran apoyo, “maravilloso, sorprendente y mágico”, al momento de confesarles su oficio como toplera y también con respecto a su novela.
“Este libro fue un desnudo completo, muy sinvergüenza, una novela en la que quedé expuesta”, dijo Pistolas, precisando que se trata de un enorme repertorio de anécdotas sobre el trabajo en un club nocturno.
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'Carmen' expone los dilemas personales de las bailarinas eróticas y cada uno de los obstáculos que deben enfrentar en este mundo tan desconocido para muchos. Eso sí, es una labor que le ha ayudado a empoderarse "En América latina tenemos la idea equivocada de que la gente bonita es rubia, blanca, delgada y alta. Y yo no era nada de eso. En Australia descubrí que, para los gringos, era una belleza exótica, latina".
Finalmente, aseguró a 'El Clarín' que esta nueva etapa le ha ayudado a analizar su vida, permitiéndole darse cuenta de que su salud mental mejoró exponencialmente cuando comenzó a bailar en el escenario y que está feliz con lo que ha logrado en este ámbito y en el de la literatura: “Después de mi capacidad de mentir a la cara, mis tetas son mi mayor orgullo”.
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