En el escenario actual de la política internacional, figuras como Donald Trump, Javier Milei y Nayib Bukele están captando la atención de millones, encarnando, de acuerdo con ellos, un nuevo modelo de liderazgo caracterizado por el rechazo a las normas tradicionales.
Estos líderes comparten un estilo de política de rechazo al gobierno tradicional y populista que apela al “pueblo” contra algún némesis, y sus estrategias se asemejan más de lo que se podría pensar, pese a sus diferencias culturales y geográficas.
Para estos tres políticos, la cultura de izquierda es su enemigo.
¿En qué se parecen los gobiernos de Argentina, Estados Unidos y El Salvador?
Populismo y rechazo
Uno de los elementos comunes entre Trump, Milei y Bukele es su autoproclamación como “outsiders” que combaten a la clase política tradicional.
Los tres sostienen discursos donde denuncian la corrupción, la incompetencia y el alejamiento de los políticos convencionales respecto a las necesidades de los ciudadanos.
Trump y Javier Milei, por ejemplo, son conocidos por cuestionar directamente a la “casta política”, mientras Nayib Bukele ha mantenido una postura de confrontación abierta contra los partidos establecidos en El Salvador. Este rechazo a las instituciones tradicionales los presenta como figuras “del pueblo”, con la misión de reformar desde fuera el sistema.
La seguridad como prioridad
La seguridad es un eje central en las propuestas de estos líderes. Bukele ha sido uno de los más destacados en este aspecto, liderando una ofensiva sin precedentes contra las pandillas en El Salvador, una estrategia que ha ganado tanto aplausos como críticas internacionales.
En EU, Trump ha defendido una política de mano dura en temas de inmigración y criminalidad, aludiendo a que sin control en las fronteras, la seguridad del país se ve comprometida.
Por su parte Milei, quien se ha convertido en una figura emergente en Argentina y ha planteado propuestas de seguridad que refuerzan una política de “mano dura”, como represión a las protestas pacíficas y la reforma que permite a las fuerzas armadas participar en seguridad Interior, en la lucha “contra el terrorismo”, control de personas y vehículos que pueden ser considerados sospechosos, y proceder “a detenciones en flagrancia”.
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Retórica directa y polarizadora
Este trío de mandatarios comparte un estilo comunicativo fuerte, polarizante y confrontativo.
Bukele, Trump y Milei utilizan un lenguaje directo y sin filtros que les permite conectar con su base de seguidores, a menudo pasando por alto los medios de comunicación tradicionales, a los cuales critican.
Este estilo les permite apelar a sus seguidores de manera personal y generar una conexión que se traduce en lealtad, a pesar de las polémicas que sus comentarios puedan suscitar.
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Redes sociales y comunicación sin intermediarios
Las redes sociales han sido una herramienta clave para los tres, dándoles un canal directo para comunicarse con el público en general y con sus seguidores.
Trump, durante su mandato, utilizó Twitter como una extensión de su voz, permitiéndole expresar sus opiniones y responder a sus críticos sin filtros.
De manera similar, Bukelé emplea Twitter para hacer anuncios oficiales y para atacar o criticar a sus detractores.
De la misma forma Milei ha seguido esta línea, usando sus redes para exponer sus ideas y acercarse a su base sin pasar por los filtros de los medios tradicionales. Este uso estratégico de las redes sociales les otorga un control sin precedentes sobre su narrativa.
Promesas de cambios económicos radicales
Si bien cada uno tiene una visión económica adaptada a su contexto, los tres líderes coinciden en su propuesta de cambios económicos significativos.
En Argentina, Milei ha sugerido una dolarización de la economía, buscando controlar la inflación y estabilizar el peso.
Trump, con su política de “América Primero”, promovió una visión económica de corte nacionalista, donde priorizaba a la industria estadounidense, ya que plantea una revisión exhaustiva con las relaciones comerciales internacionales, particularmente en México.
Bukele, por su parte, ha impulsado políticas innovadoras, como la adopción del Bitcoin, en un intento de atraer inversión extranjera y posicionar a El Salvador como un referente en innovación financiera.
Cambio en el escenario político internacional
Trump, Bukele y Milei representan una corriente que desafía las normas convencionales de la política, abogando por una transformación radical de sus respectivos sistemas.
Esta similitud en estilo y discurso no solo capta la atención de sus ciudadanos, sino que también les ha permitido consolidar una base de seguidores fieles que, ante la decepción con las figuras políticas tradicionales, encuentran en estos líderes una esperanza de cambio.
Este estilo de liderazgo anti-establishment y directo, aunque genera muchas críticas y controversias, también les ha otorgado un nivel de influencia global difícil de ignorar.
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