No sólo el derecho al aborto corre peligro en Estados Unidos si la Corte Suprema de Estados Unidos sigue adelante con la anulación del histórico fallo Roe vs. Wade de 1973 que legalizó la práctica en todo el país: de los derechos de los homosexuales al control natal, e incluso la privacidad también correrían peligro.

El máximo tribunal, de tendencia conservadora tras la nominación de tres jueces por el expresidente , debe tomar una decisión largamente esperada antes del 30 de junio sobre una ley de Mississippi que limita los plazos legales para el aborto .

En la audiencia de diciembre, los jueces conservadores parecían inclinados a utilizar este caso para revertir, al menos en parte, la histórica sentencia de 1973 para el caso Roe vs. Wade, en la que la Corte Suprema reconoció el derecho constitucional al aborto.

El pasado lunes, el portal noticioso Politico dio a conocer un borrador que le filtraron, escrito por el juez Samuel Alito y distribuido a sus colegas en febrero.

“Creemos que Roe vs Wade debe anularse”, señala el documento, que plantea que el derecho al aborto “no está protegido por ninguna disposición de la Constitución”.

El presidente estadounidense, , advirtió que, de confirmarse que el Supremo irá contra Roe vs. Wade, significaría un “cambio fundamental en la jurisprudencia estadounidense” que podría cuestionar el futuro del matrimonio homosexual y hasta “cómo se cría a un hijo”. Significaría, dijo, “poner en cuestión cualquier otra decisión relacionada con la noción de privacidad”.

¿La razón? El histórico fallo Roe vs. Wade se basó en que el derecho al respeto de la vida privada de los ciudadanos, garantizado en la Constitución, aplicaba también el aborto. “El derecho al respeto de la vida privada, presente en la 14ª enmienda de la Constitución (...) es suficientemente amplio para aplicarse a la decisión de una mujer de poner fin o no a su embarazo”, indicó.

Tal era el alegato de Jane Roe, seudónimo de Norma McCorvey, madre soltera embarazada por tercera vez que cuestionó la constitucionalidad de la legislación texana que hacía del aborto un crimen .

Ese mismo respeto a la privacidad la base de otras decisiones personales, íntimas que hoy por hoy los estadounidenses tienen garantizadas.

Los derechos de los homosexuales, los anticonceptivos, ciertos tratamientos de fertilidad e incluso el matrimonio interracial, “están en peligro porque todos ellos están arraigados en ese derecho a la privacidad”, dijo a The Guardian Melissa Murray, profesora de Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York y experta en derecho constitucional, familiar y reproductivo.

“Todo esto ha estado implícito porque se entiende que son derechos humanos fundamentales y básicos”, dijo Murray. “No necesitas que el Estado te los reconozca porque te corresponden por el hecho de ser humano”.

La teoría que subyace a ese derecho a la privacidad se denomina “debido proceso sustantivo”.


En riesgo derechos de la comunidad LGBTQ+

“Si se pregunta de dónde proceden los derechos en la Constitución de Estados Unidos, hay básicamente dos respuestas generales”, dijo Mary Ziegler, profesora de derecho en la Universidad Estatal de Florida e historiadora que ha estudiado el derecho al aborto desde el caso Roe vs Wade a The Guardian. “Están los derechos recogidos en el texto de la Constitución”, como el derecho a portar armas o el derecho a no ser registrado, “y hay otros derechos, como el derecho a contraer matrimonio y el derecho a ser padres, que no están en el texto de la Constitución”.

Se trata, explicó, de derechos establecidos por el debido proceso sustantivo. Por ejemplo, en 1965 el tribunal anuló las prohibiciones de control de natalidad para las parejas casadas en el caso Griswold contra Connecticut. En 1967, con el caso Loving contra Virginia, el tribunal invalidó las leyes contra el mestizaje que prohibían el matrimonio interracial. En 1972, en el caso Eisenstadt contra Baird, el tribunal consideró que las personas que no estaban casadas también tenían derecho al control de la natalidad. En 1973, el tribunal reconoció el derecho a interrumpir un embarazo.

“Estos derechos de autonomía parental son los fundamentos del derecho a la privacidad; el matrimonio está incluido en esto”, dijo Murray.

En el borrador, el juez Samuel Alito dice que si bien el derecho a acceder a un aborto no merece protección constitucional porque no está arraigado en las tradiciones del país ni en la Constitución original, el mismo razonamiento no se aplica a otros derechos reconocidos recientemente. Alito escribe que el derecho al aborto es "fundamentalmente diferente" de otros establecidos en sentencias anteriores sobre “relaciones sexuales íntimas, anticoncepción y matrimonio”.

Pero algunos expertos plantean la posibilidad de que un fallo contra Roe vs Wade marque un precedente que amenace los derechos LGBTQ+ en Estados Unidos.

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Por ejemplo, el periodista de Slate Mark Joseph Stern argumentó que mientras Alito asegura que las sentencias clave sobre los matrimonios interraciales , la anticoncepción y otras no se pondrán en peligro al revocar Roe y Casey, el juez nunca menciona Lawrence vs. Texas o Obergefell v. Hodges -casos cruciales en el establecimiento de los derechos LGBTQ+- en la lista de precedentes seguros.

En 2003, con Lawrence vs. Texas, el Tribunal Supremo anuló las leyes estatales de sodomía, haciendo que las actividades sexuales entre personas del mismo sexo fueran legales en todo el país, y que los castigos o sanciones contra ellas fueran inconstitucionales. En 2015, con el caso Obergefell v. Hodges, el tribunal declaró inconstitucional que los estados prohíban o se nieguen a reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, recordó la revista Newsweek.

Hasta que el Tribunal Supremo emita una decisión, lo que se prevé ocurrirá en junio, no se sabe cómo exactamente y si podrían verse afectados los derechos protegidos por el debido proceso sustantivo. Sin embargo, los expertos consideran que los derechos del mismo sexo y los derechos reproductivos son los más vulnerables, dada la campaña política exisente para circunscribirlos. En cambio, hay pocas críticas contemporáneas al matrimonio interracial.

Si se anula el caso Roe contra Wade, “será sobre la base de que era un derecho que no estaba vinculado al texto constitucional”, dijo Murray a The Guardian. “Si este punto de vista prevalece en el tribunal, los derechos a la anticoncepción, los derechos de los homosexuales y la fecundación in vitro también podrían verse rápidamente implicados, ya que "todas estas cosas no están vinculadas al texto constitucional e históricamente no estaban disponibles en Estados Unidos”.

vare/acmr

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