Más Información
Claudia Sheinbaum dice que ni la oposición ni Corte ni medios los venció; “la línea es clara”, reitera sobre reforma judicial
Tras elección en la CNDH, Nashieli Ramírez pide piso parejo; “no sé si pequé de ilusa, no veía tan cantado”
Reforma “ternurita”: Imjuve lanza campaña para promover elección judicial; “ellos nos salvarán del neoliberalismo”
Doha.- El brazalete arcoíris en apoyo a la comunidad LGBTQ+ se convirtió en motivo de discordia en el Mundial, después de que la FIFA impidiera a los capitanes de las selecciones europeas que lo llevaran en los partidos en Qatar , donde las relaciones homosexuales están prohibidas.
La Copa del Mundo quedó marcada por esta cuestión tras las declaraciones de Gianni Infantino de "hoy me siento gay" y la decisión tomada días después de impedir a los jugadores de selecciones europeas que lleven el brazalete "One love" en apoyo a las personas LGBTQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, 'queer' y otros).
El mensaje oficial de las autoridades cataríes es que "todo el mundo es bienvenido" en el emirato, a pesar de que sus conservadoras leyes prohíban las relaciones homosexuales y adúlteras.
Requisan camisetas y sombreros arcoíris
El conservadurismo islámico del país quedó patente cuando a varios espectadores les requisaron camisetas y sombreros arcoíris en los controles de acceso al estadio en que se disputó el partido entre Estados Unidos y Gales, que terminó en empate (1-1) el martes por la noche.
"Mientras hacíamos fila, vimos cómo algunas personas que llevaban un sombrero arcoíris", símbolo de la asociación galesa de aficionados LGBT Rainbow Wall, "tuvieron que quitárselo", explicó a la cadena ITV News Laura McAlister, excapitana de la selección galesa de futbol y que actualmente forma parte del comité ejecutivo de la federación de fútbol de su país.
Rainbow Wall difundió en las redes sociales un video en el que se ve a la excapitana intentando entrar con ese sombrero y a un agente de seguridad obligándole a quitárselo.
"Dijeron que (...) era un símbolo prohibido y que no estábamos autorizados a llevarlo dentro del estadio", explicó McAllister, quien escondió el sombrero dentro de su mochila y pudo ponérselo dentro del estadio. "Fue una pequeña victoria moral", comentó.
La federación galesa dijo estar "muy decepcionada" y afirmó que "abordaría esta cuestión directamente con la FIFA el martes".
Contactados por la AFP, ni la FIFA ni el Comité supremo de organización quisieron comentar el incidente.
Lee también: AMLO asegura que su gobierno protege a la comunidad LGBT
Rebelión
La periodista estadounidense Grant Wahl, antes del partido, dijo en Twitter que agentes de seguridad la tuvieron retenida por llevar puesta una camiseta arcoíris.
Alex Scott, exfutbolista del Arsenal y actualmente analista para la BBC, mostró un brazalete de "One Love" durante la retransmisión en directo del partido Inglaterra-Irán.
La FIFA mantiene una errática posición sobre esta cuestión, ya que afirma ser una organización "que apoya a la comunidad LGBTQI+", pero al mismo tiempo ha amenazado a los jugadores con sancionarlos deportivamente si lucen el brazalete arcoíris.
"Hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante", dijo el sábado Infantino en un criticado discurso.
Lee también: Blinken critica a la FIFA por veto a los brazaletes LGTB en el Mundial
El caso de la selección alemana
La polémica terminó de estallar cuando el lunes se decidió prohibir que los futbolistas lleven el brazalete en el césped.
La selección alemana está "muy descontenta" por no poder llevarlo, pues simboliza la libertad y la diversidad, declaró el martes el seleccionador alemán Hansi Flick.
La federación de fútbol de Alemania amenazó con denunciar a la FIFA por este asunto.
La UEFA, confederación del fútbol europeo, también mostró una posición ambigua sobre los derechos de las personas LGBTQ+ durante la Eurocopa del año pasado.
En esa ocasión, mientras presumía de ser una organización inclusiva, impidió que el estadio Allianz de Múnich se iluminara con los colores del arcoíris antes de un partido de la selección alemana contra Hungría, cuyo gobierno impulsó una serie de leyes homófobas.