MIAMI.— Antony Blinken, secretario estadounidense de Estado, estuvo en China el pasado 19 de junio, y por primera vez desde 2019 un funcionario de ese nivel se reunió con el líder de la nación asiática, Xi Jinping.
Los temas fueron variados: Taiwán, Ucrania, comercio y narcotráfico principalmente.
Este último punto se concentró en la preocupación por los precursores químicos que, acusa Estados Unidos, salen de China para abastecer al narcotráfico mexicano, que con ellos produce fentanilo para inundar con él Estados Unidos. En 2022, el fentanilo mató a más de 70 mil ciudadanos, residentes e indocumentados.
Lee también: Alicia Bárcena pide a EU y otros países abordar las "causas estructurales" en lucha contra el fentanilo
A pesar de lo delicado del viaje, dadas las relaciones existentes entre ambos países, calificadas como las más decadentes y débiles desde 1979, Blinken parecía haber hecho una muy buena labor de acercamiento.
“Nos vamos a enfocar mucho en conseguir el mayor avance posible en este tema [del fentanilo] que es sumamente crítico y urgente para nosotros”, había adelantado el subsecretario de Estado Adjunto de Estados Unidos para el Este de Asia y el Pacífico, Daniel Kritenbrink.
Matt Miller, vocero del Departamento de Estado, también había dado a conocer que “necesitamos abordar el tema de los precursores químicos que, desde China, mueven el fentanilo por el mundo y necesitamos que tomen medidas al respecto”.
La preocupación estadounidense es mayor considerando que en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha negado sistemáticamente que en el país se produzca fentanilo.
“Hay que vivir en otro planeta para decir cosas así”, dice a EL UNIVERSAL el politólogo Pablo Salas. “Creo que es hasta ofensivo, como si fuéramos tontos; todos en el mundo hemos visto la destrucción de laboratorios de fentanilo en México y el decomiso de fentanilo, ¡y de precursores chinos!”.
Blinken, al igual que otros funcionarios estadounidenses, ha señalado que, contrario a lo que dice López Obrador, los narcos mexicanos producen y envían fentanilo a EU.
A pesar de las diferencias, EU sumó a México a las pláticas realizadas el viernes para crear una coalición contra el fentanilo.
La preocupación por esta droga decidió al gobierno de Joe Biden a abrir la comunicación sobre el tema con China.
Para muchos analistas, sin embargo, es muy lamentable que apenas dos días después de la reunión de Blinken y Xi, el presidente Biden hiciera una declaración desafortunada durante una reunión de recaudación de fondos para su campaña presidencial 2024, desde California.
En la reunión, Biden llamó a Xi “dictador”, al recordar el episodio de los globos espías chinos. Eso “incendió otra vez las relaciones”, explicó Salas.
Lee también: Naloxona, un arma contra la sobredosis
El gobierno chino no se quedó callado y, a través de un vocero del Ministerio de Exteriores, alertó al mundo que comentarios como el de Biden “violan totalmente los protocolos diplomáticos y atentan de manera grave la dignidad de China”. Aseguró que lo dicho por el gobierno de EU es irresponsable y absurdo.
Este nuevo y más delicado distanciamiento entre China y Estados Unidos, “le deja una ventana abierta al presidente mexicano para que siga diciendo tonterías sobre la realidad que vivimos aquí [en la Unión Americana], mientras el fentanilo sigue matando más y más personas”, indica Salas a este medio.
China también fue invitada por EU a participar en la reunión para crear la alianza contra el fentanilo. Sin embargo, después del encontronazo con Biden, su presencia quedó descartada.
China y Estados Unidos acrecentaron su distanciamiento desde agosto de 2022, cuando la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó la isla de Taiwán para reforzar el apoyo estadounidense a su vida independiente frente a China.
Desde entonces Xi Jinping le retiró a Biden la cooperación contra el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, incluyendo lo relacionado con el fentanilo.
Durante su visita a Beijing, Blinken logró que China aceptara evaluar la posibilidad de crear un grupo de trabajo para combatir el tráfico de fentanilo y, en especial, de los precursores chinos.
Un grupo así sería un avance crucial, sobre todo si se considera que, hasta ahora, la postura del gobierno chino ha sido la de negar que haya tráfico ilegal de precursores desde su territorio y afirmar que se trata de un problema netamente estadounidense.
Las palabras de Biden podrían afectarlo todo, en momentos en que él necesita, como nunca, mostrar avances en este frente, de cara a las elecciones de 2024.
Le también: Cártel de Sinaloa se apropia del negocio de venta de medusa en Sonora, señala publicación de EU
Independientemente de las declaraciones de López Obrador, EU presiona para que México haga más para frenar el flujo de fentanilo; presiona igualmente a los cárteles con más sanciones y con la posibilidad de confiscar bienes. Y ahora, lanza una alianza que impulsa la lucha.
La relación diplomática con China se sostiene con alfileres. EU considera a este país como la mayor amenaza. Busca minimizar la dependencia, por ejemplo, de los semiconductores chinos y sanciona a empresas a las que acusa de espionaje, entre otras cosas.
Pero con el fentanilo, la ayuda china es clave. A río revuelto entre China y EU, ganancia de narcotraficantes mexicanos.