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Quito.— Unos 200 opositores al expresidente ecuatoriano Rafael Correa protestaron ayer ante la embajada de México en Quito por la “protección y resguardo” que brinda esa legación a seis correístas, entre ellos cuatro legisladores.
La manifestación ante la sede diplomática, que permanece protegida por la policía, se produjo tras la reciente crisis social en Ecuador, en la que el mandatario Lenín Moreno acusó a Correa y a Nicolás Maduro de activar un plan de desestabilización en su contra. Ambos líderes de izquierda niegan esos señalamientos.
El político Andrés Páez, opositor a Correa, indicó por Twitter que “el plantón frente a la embajada de México nace de una convocatoria ciudadana y su carácter es pacífico”. Con pancartas ante la embajada mexicana, los inconformes reclamaban “cárcel para terroristas y corruptos”, y pedían al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que “no proteja a delincuentes” y que tampoco les conceda asilo.
“Aquí se esconde el cártel de Correa”, se leía en una pancarta de los manifestantes.
En medio de las marchas registradas durante 12 días en Ecuador contra la eliminación de los subsidios a los combustibles y la consecuente alza de precios de hasta 123%, Moreno dijo que Correa, quien vive en Bélgica, se había reunido con allegados en Caracas con fines conspiradores.
Seis correístas, incluidos cuatro miembros del Congreso como Gabriela Rivadeneira, empezaron a refugiarse desde el pasado sábado en la embajada de México en Quito. “Nuestro país reitera su compromiso con el respeto, protección y promoción de los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su afinidad política”, indicó el gobierno mexicano en un comunicado.
Tras empezar las protestas, el 2 de octubre, Rivadeneira planteó al Parlamento que convocara una sesión para resolver la “destitución del presidente Moreno”.