Más Información

Morena alista comisión en el Senado para investigar a Zedillo; acusa operaciones ocultas en el Fobaproa

Cruz Azul vence a los Tigres y avanza a la Final de la Concacaf Champions Cup; enfrentará a los Whitecaps

Gobierno anuncia instauración de jornada laboral de 40 horas; prevé que para 2030 sea una meta cumplida

Manelich Castilla, comisionado de la extinta Policía Federal, lamenta muerte de Iván Morales; "solamente pensaba en cómo seguir sirviendo"

EU da golpe al huachicoleo; sanciona a 3 narcos mexicanos y 2 empresas ligadas al robo de combustible

Sheinbaum tras llamada con Trump: Están muy interesados en “disminuir el déficit”; hay deseo de alcanzar mejores acuerdos comerciales

Pemex pierde 43 mil 329 mdp en primer trimestre; sube la deuda financiera total y llega a los 101 mil 65 mdd
Bruselas.- Lo que inició en Zúrich, Suiza, como un controvertido experimento para rescatar a las personas acorraladas en el máximo extremo de las adicciones y la exclusión social, hoy forma parte elemental de la estrategia para reducir el riesgo de muertes por sobredosis en algunas de las naciones más prósperas del planeta.
La ciudad financiera conmocionó al mundo en 1994 al establecer los llamados Kontakt-und Anlaufstellen, centros acondicionados para que las personas adictas consumieran drogas sin ser perturbados y bajo estricta supervisión de personal especializado.
Ámsterdam siguió a la urbe helvética en 1998 con la apertura de sus primeras tres “narcosalas de estar” o picaderos legales. Desde entonces, estos centros han proliferado y forman parte integral para atender la problemática de drogas en Bélgica, Dinamarca, Francia, Luxemburgo, España, Noruega, Australia y Canadá. Los seis países de la Unión Europea y Noruega registraron 78 establecimientos en 56 ciudades en 2017; Canadá contabiliza 20 centros en 11 localidades.
Después de abrir el primer centro en Vancouver, los usuarios registraron una reducción de 35% de los decesos por sobredosis.
El Observatorio Europeo sobre Drogas y las Toxicomanías define estos establecimientos como centros de salud supervisados profesionalmente y en donde las personas pueden usar drogas en condiciones seguras e higiénicas.
Equipados con comedor, regaderas y acceso médico gratuito, los centros están diseñados para atraer a los consumidores de larga trayectoria, desintegrados socialmente y que suelen usar sustancias en contextos altamente peligrosos.
Estos sitios pretenden aumentar las probabilidades de supervivencia del grupo con mayor tasa de mortalidad por consumo de drogas, porque no sólo tiene acceso a “drogas de calidad” y equipo higiénico, sino también a capacitación para un uso más seguro
Valium callejero. El observatorio estima que al menos 9 mil 461 personas murieron en 2017 por sobredosis en la Unión Europea, Noruega y Turquía, cifra prácticamente similar al año previo: 9 mil 397.
La heroína sigue presente en hasta 47% de los casos de sobredosis, como ocurrió en Inglaterra y Gales en 2017, pero cada vez están más presentes otros opioides como buprenorfina, metadona y fentanilo, sustancias sintéticas altamente peligrosas y adictivas.
El riesgo radica en que muchas veces los usuarios consumen estos opiáceos sintéticos sin saberlo, pues el fentanilo es utilizado para falsificar drogas, comercializadas como heroína y cocaína. El fentanilo y sus análogos son potencialmente mortales, debido a que causan una depresión respiratoria.
Kits de uso doméstico. La fórmula de suministro de nalexona para uso casero gana terreno para prevenir muertes por sobredosis. La Unión Europea contabiliza más de 1.3 millones de consumidores problemáticos, principalmente por suministro de opiáceos.
El programa es implementado en 11 países europeos y el fármaco es de intervención urgente y eficaz para revertir una depresión respiratoria causada por sobredosis.