Washington.— El gobierno de Estados Unidos dijo que las tendencias actuales apuntan a una detención de casi 100 mil migrantes indocumentados cruzando la frontera con México para finales de marzo, lo que representría la cifra más alta de aprehensiones desde marzo de 2007.
La administración del presidente Donald Trump ve el repunte de las aprehensiones en la frontera como un buen motivo para defender sus políticas antiinmigrantes y la declaración de emergencia nacional para impulsar la construcción del muro en México. La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, aprovechó ayer para insistir en ese aspecto.
“La situación en nuestra frontera sur ha pasado de crisis a emergencia nacional a casi un colapso de todo el sistema”, aseguró la funcionaria, enfatizando que desde hace meses las cifras de indocumentados que cruzan a Estados Unidos está creciendo.
Según las cifras oficiales presentadas hace un par de semanas, en febrero se detuvieron a más de 76 mil migrantes indocumentados, y la expectativa es que en marzo se pueda llegar a los 100 mil. “No hay una crisis manufacturada en la frontera sur: es el reflejo de una catástrofe humanitaria”, señaló Nielsen.
Si se confirman las estimaciones, sería el mayor número de detenciones en un mes desde marzo de 2007. En su conjunto, no obstante, las cifras de detenciones todavía están muy por debajo de las de principios del siglo, cuando en un año fiscal las detenciones superaban el millón de migrantes. Las estimaciones para 2019 apuntan a 900 mil.
Sin embargo, la gran preocupación es que el fenómeno mute: si bien antes la mayoría de los que llegaban a la frontera eran varones adultos, ahora más de 65% son familias y niños, perfiles que las autoridades no están preparadas para atajar.
“El flujo de familias y niños se ha convertido en una inundación”, dijo Nielsen, señalando, sin presentar pruebas, que “aparecen familias falsas por todos lados y los niños son usados como peones (…) múltiples veces para ayudar a que migrantes ilegales consigan entrar”.
En paralelo, Nielsen anunció que este mes (sin especificar fecha) espera firmar un acuerdo con los países centroamericanos del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras, Guatemala) para “abordar los retos [de la inmigración] desde el origen”.
En Dallas, el expresidente George W. Bush abogó por los migrantes que llevan “energía, talento y fe” a EU. “Nunca deberíamos olvidar que la migración es una bendición”.