Hong Kong.— Presuntos miembros de las mafias chinas agredieron ayer al menos a una decena de manifestantes en Hong Kong, durante una protesta contra la ley de extradición a China; en tanto, la policía dispersó a los últimos grupos de asistentes con gases lacrimógenos.

De acuerdo con información del South China Morning Post, el incidente comenzó a las 23:00 horas, cuando docenas de hombres enmascarados y vestidos de blanco irrumpieron en la estación del tren de Yuen Long; estaban armados con palos de bambú para dispersar a golpes a los manifestantes.

Entre los heridos se encuentra el diputado del Partido Democrático Lam Cheuk Ting, quien apareció sangrando en redes sociales.

Los organizadores de la protesta, el Frente Civil para los Derechos Humanos, acusaron a las autoridades de Hong Kong de emplear a estos “matones” desde las protestas prodemocráticas de 2014 en un ejemplo de “violencia estructural”.

A la media noche, la policía antidisturbios utilizó gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes. Los uniformados justificaron las acciones y aseguraron que los participantes en la protesta arrojaron botellas y ladrillos.

“Mientras la policía usaba gases lacrimógenos contra gente que no estaba haciendo nada, los verdaderos matones atacaron a transeúntes, a un periodista y a un diputado”, denunció el Frente Civil para los Derechos Humanos.

Las autoridades reforzaron la seguridad en la ciudad para evitar enfrentamientos como los del domingo pasado, cuando hubo fuertes choques entre manifestantes y policías, que dejaron al menos 40 detenidos y 28 heridos.

La protesta sacó a la calle a 130 mil personas, según estimaciones de las autoridades de seguridad; los organizadores cifraron en 430 mil los asistentes. La manifestación alcanzó su punto álgido de tensión en el centro Shun Tak, un complejo comercial en el norte de la isla de Hong Kong. Los manifestantes se plantaron en las céntrica avenida Connaught Road Central y West, impidiendo el paso de los vehículos, además de que se reunieron frente la Corte de Apelaciones y la oficina de representación de Beijing.

Hasta ayer no había informes de heridos graves ni tampoco una cifra oficial de detenidos.

Otro hecho de tensión ocurrió en la sede de la Oficina de Enlace con China, a la que los manifestantes arrojaron huevos y en cuya fachada pintaron grafitis, entre cánticos que reivindicaban la teórica independencia judicial del territorio sobre Beijing al amparo del lema: “Un país, dos sistemas”.

La marcha multitudinaria recorrió ayer las calles de Hong Kong por séptimo fin de semana consecutivo, en protesta por el suspendido proyecto del gobierno que amenazaba con extraditar presos a China, así como para exigir una investigación a las fuerzas de seguridad por uso excesivo de fuerza contra los ciudadanos.

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