San José. – Un cruce de insultos que comenzó en 2023 y arreció en 2024 con picos máximos al cierre de este mes entre el presidente de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, y los mandatarios izquierdistas de México, Andrés Manuel López Obrador, de Colombia, Gustavo Petro, y de Venezuela, Nicolás Maduro, ahondó una realidad: los teléfonos rojos para la urgente comunicación al más alto rango están fuera de servicio en América Latina y el Caribe.
En la primera quincena de noviembre de 2023, una semana antes del triunfo de Milei en la segunda y definitiva ronda de las elecciones presidenciales de Argentina, López Obrador lo calificó de “facho conservador” para fustigarlo por atacar al Papa Francisco con epítetos y frases como emisario “del maligno en la Tierra”, defensor del comunismo, “nefasto” e “imbécil”.
Milei aprovechó una entrevista con la cadena televisiva estadounidense CNN en Español, que será difundida el próximo domingo y de la que trascendieron unos tramos, para renovar sus ataques a López Obrador, Petro y Maduro, en una secuencia de hechos que ya provocó fuertes choques diplomáticos en especial entre Buenos Aires y Bogotá.
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Por el historial de guerrillero de Petro, Milei lo catalogó en la plática con ese medio como “asesino terrorista”. En agosto de 2023, siendo todavía candidato presidencial del derechista partido La Libertad Avanza, Milei aseveró que militantes socialistas son “excremento humano” y lanzó: “¿Qué es en el fondo un socialista? Es una basura”.
Al darse por aludido, Petro le respondió e igualó las declaraciones de Milei con las del líder nazi y dictador Adolfo Hitler (1889—1945). “Esto decía Hitler”, escribió Petro en su red social de X (antes Twitter).
La espuma política hemisférica subió porque Milei dijo al canal estadounidense que López Obrador es un “ignorante”.
“Los ataques entre jefes de Estado en América Latina muestran un deterioro de la comunicación que va más allá: trasciende a un deterioro grave de las relaciones internacionales”, dijo el diplomático y abogado costarricense Enrique Castillo, excanciller y exembajador de Costa Rica en Reino Unido, Francia y la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Las recriminaciones en nada benefician la paz y la seguridad internacionales. Son deplorables. Las descalificaciones a gobernantes de otros países por seguir políticas diferentes a las que practican los quejosos no contribuyen en nada a la solución pacífica de los conflictos”, afirmó Castillo a EL UNIVERSAL.
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Al sugerir revisar “esas actitudes” sobre todo en el ámbito multilateral de los nexos internacionales, para que haya “conciliación en vez de agresión”, alegó que “esos ataques verbales son producto de una ambición populista, tratando de aparecer ante sus poblaciones locales como hombres enérgicos y solo reflejan bravuconadas sin ningún propósito positivo”.
La hoguera diplomática regional se reavivó esta semana por lo que Milei declaró a la cadena. Sin llegar todavía a la ruptura de relaciones diplomáticas, Colombia expulsó este miércoles a diplomáticos argentinos acreditados en la embajada de Argentina en Bogotá.
López Obrador se colocó este jueves en defensa de Petro al publicar en X que “Milei afirmó que soy un ‘ignorante’ porque le llamé ‘facho conservador’. Está en lo cierto”.
“Todavía no comprendo cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaron por alguien que no está exacto, que desprecia al pueblo y que se atrevió a acusar a su paisano Francisco de ser ‘comunista’ y ‘representante del Maligno en la tierra’, cuando se trata del Papa más cristiano y defensor de los pobres que yo haya conocido o tenido noticia”, subrayó.
En un “Post data”, el gobernante mexicano envió un “abrazo” a Petro.
Al agradecerle este jueves a López Obrador, Petro acusó en X que “creo que Milei busca destruir o aplazar el proyecto de integración latinoamericana. Hoy el pueblo argentino sufre y la pobreza aumenta. La promesa de Milei de repetir el sistema neoliberal de hace 30 años puede ser un fracaso anunciado”.
“Nosotros a pesar de los insultos, debemos preservar el proyecto de la unidad, en la diversidad, de América Latina y el Caribe”, aclaró.
Argentina intentó este jueves aminorar la intensidad del choque de Milei con Petro.
“Apelamos a que las diferencias entre Javier Milei y Gustavo Petro no afecten las relaciones”, planteó el vocero presidencial de Argentina, Manuel Adorni, en una entrevista con el programa ¿La vez?, del canal de televisión Todo Noticias, de Buenos Aires.
“La posición de Milei siempre fue la misma, siempre se refirió al pasado de Petro, confirmó lo que dijo varias veces sobre él”, explicó, al destacar que “siempre apelamos a que las diferencias, de una distancia abismal entre la ideología de Petro y la de Milei, no afecten la relación entre los pueblos”.
Sin cambios a ese pedido, Bogotá persistió en expulsar a los diplomáticos.
Milei también chocó varias veces con Maduro. En enero de este año, el cuestionado mandatario venezolano describió al presidente argentino, cuyo cuatrienio se inició el 10 de diciembre de 2023, como “un error”, y luego le tildó de “bandido”.
“No aspiro a que rectifiques, pero sí que te llegue este mensaje, de que estás equivocado (...) Eres un error en la historia de América Latina, Milei, un error fatal en la historia de Argentina”, recalcó.
En defensa de las severas políticas socioeconómicas antisocialistas que aplicó en sus meses de gobierno, Milei contestó: “El socialista empobrecedor de Maduro diciendo que soy un error histórico en América Latina confirma que vamos por el buen camino”.
Luego de que Maduro identificó en la primera quincena de este mes al equipo de Milei como “neonazi, sumiso y obediente” a Estados Unidos, el portavoz Adorni argumentó: “¿Qué se puede esperar de un burro más que una patada? De un gobierno de dictadores se pueden esperar cuestiones que no merecen ni respuesta. Nos entristece por el pueblo venezolano que estos energúmenos los gobiernen”.
El teléfono rojo, creado por Washington y Moscú en 1963 para que los gobernantes de EU y la entonces Unión Soviética tuvieran comunicación rápida y directa entre la Casa Blanca y el Kremlin y evitaran una guerra nuclear, buscó agilizar el contacto de ambas potencias en el apogeo de la Guerra Fría—comunismo versus capitalismo o democracia versus totalitarismo—y funcionó.
Pero en la América Latina y el Caribe pareció estar fuera de servicio para la comunicación entre los gobiernos con más roces directos e indirectos: así, prevaleció el agravio los más altos rangos de la política hemisférica.