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La Paz.— El presidente Evo Morales encabezó las votaciones de ayer en Bolivia, pero no con margen suficiente para evitar una segunda vuelta contra el exmandatario Carlos Mesa, según el recuento oficial de votos.
Morales, en el poder desde hace 13 años y quien busca la reelección para seguir rigiendo el destino de Bolivia hasta 2025, obtuvo 45.28% de votos, frente a 38.16% de Mesa, según el recuento de 83.76% de los sufragios.
Con 8.77% se colocó sorpresivamente en tercera posición el pastor evangélico Chi Hyun Chung, nacido en Corea del Sur y conocido como el “Bolsonaro boliviano”. Para evitar un balotaje, que será en diciembre, se requería que el ganador obtuviera la mitad más uno de los votos, o 40%, pero con una ventaja de 10 puntos sobre el más cercano contendiente. Es la primera vez en 17 años que hay segunda vuelta en el país.
La jornada electoral se desarrolló en calma. El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral, Antonio Costas, dijo que hubo “una concurrencia importante de la ciudadanía” y celebró que los comicios hayan transcurrido “con tranquilidad”.
Morales, hijo de pastores de llamas y un exlíder sindical de coca que llegó al poder para convertirse en el primer presidente indígena de Bolivia, se ha convertido en el gobernante con el mandato más extenso de la historia de su país.
Mesa es un periodista e historiador de 66 años que, como vicepresidente, ascendió al primer puesto de la nación cuando su predecesor renunció en 2003 en medio de protestas generalizadas. Se hizo a un lado en 2005 en medio de renovadas manifestaciones dirigidas por Morales.
El exvicepresidente había expresado sus temores de fraude. “No confío en la transparencia del proceso [electoral], el Tribunal Supremo Electoral nos ha demostrado que es un brazo operativo del gobierno”, afirmó a la prensa tras votar en un barrio en el sur de La Paz, aunque luego consideró un “triunfo contundente” haber forzado una segunda vuelta.
El mandatario votó en su reducto cocalero del Chapare. Allí, expresó su “confianza” y “optimismo”.
La decisión de Morales de postularse para un cuarto mandato ha sido fuertemente criticada por la oposición, que cree que el país podría caer en la autocracia. En febrero de 2016, los bolivianos le dijeron “no” a una nueva reelección de Morales en un referéndum para cambiar la Constitución, que sólo permite dos mandatos. Un año después esa decisión fue anulada por una polémica sentencia de la Corte Constitucional.