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Minsk.— El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, anunció ayer que ha puesto en alerta a las tropas en la frontera occidental del país como reacción a una supuesta amenaza exterior.
“Gracias al cielo que reaccionamos y hemos desplegado unidades militares de nuestro ejército en las fronteras occidentales de la república y las hemos puesto en máxima alerta”, dijo Lukashenko durante una reunión del Consejo de Seguridad de Bielorrusia.
Además, amenazó con tomar medidas contra la oposición que exige poner en marcha el consejo coordinador para el traspaso pacífico del poder en el país. “Nos exigen ni más ni menos que cedamos el poder. Esto lo interpretamos de una sola forma: es un intento de tomar el poder, con todas sus consecuencias”, dijo Lukashenko.
Según Lukashenko, la oposición pretende alejar el país de Rusia, en particular a través de la prohibición del idioma ruso, la salida de Minsk de la Unión Interestatal (formada por Rusia y Bielorrusia) y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, el bloque militar en el espacio postsoviético liderado por Moscú. Denunció que un programa redactado por miembros de la oposición bielorrusa prevé la solicitud del ingreso del país en la Unión Europea y la OTAN.
Estas afirmaciones fueron negadas rotundamente por una de las dirigentes opositoras, María Kolésnikova, quien acusó al presidente de “manipulación y engaño”.
Mientras, los dirigentes europeos pidieron al líder ruso, Vladimir Putin, que presione a Lukashenko para que inicie un diálogo con la oposición. Miles de personas volvieron a congregarse al caer la noche en la Plaza de la Independencia de Minsk, con banderas blancas y rojas, símbolo de la oposición.