El turismo en Orlando se paralizó rápidamente el miércoles con el cierre del principal aeropuerto y de al menos tres parques temáticos y otros negocios, lo que obligó a los residentes y visitantes de Florida a refugiarse en los hoteles de la zona para huir del huracán Milton.
Milton, cuyo arribo a la costa se pronostica para el miércoles en la noche o primera hora del jueves como huracán al menos de categoría 3, amenazaba con arruinar las vacaciones de decenas de miles de turistas que llegaron a Orlando para visitar los parques temáticos de Walt Disney World, Universal Orlando y SeaWorld, o participar en festividades de octubre como Halloween Horror Nights de Universal. Disney y Universal planeaban cerrar el miércoles por la tarde, mientras que SeaWorld no abrió. Se espera que todos los parques permanezcan cerrados el jueves.
El Aeropuerto Internacional de Orlando, el séptimo con más tráfico del país y el más transitado de Florida, cesó sus operaciones el miércoles por la mañana.
Lee también FOTOS: Florida en estado de alerta por huracán Milton; Biden pide a la población resguardarse
Algunos turistas se sintieron decepcionados por los cierres, mientras que la inminente tormenta despertó cierta ansiedad en otros.
Linda y Bob Shaffer, del noreste de Pensilvania, dijeron que se habían aprovisionado de pizza, mantequilla de cacahuate, bebidas, linternas y una baraja de cartas en el departamento que habían alquilado. Decidieron pasear por los lugares de ocio del complejo durante unas horas antes de refugiarse del huracán.
“Sólo estamos matando el tiempo hasta que tengamos que vernos las caras durante las próximas 24 horas”, dijo Linda Shaffer.
Mientras tanto, Serena Hedrick y su hijo Corey, de 16 años, no se sentían preocupados por tormenta mientras se dirigían a Universal Studios el miércoles. Corey había sentido inquietud por lo que pudiera ocurrir durante su primer huracán, pero se sintió reconfortado por la promesa del hotel de que les proporcionarían un suministro ilimitado de películas, actividades infantiles y comida. “Es lo que hay”, dijo Serena Hedrick.
sg/mcc
