Buenos Aires, 24 mar.-

Los reyes de España llegaron este domingo a Buenos Aires en su primera visita de Estado a Argentina , un viaje que iniciaron con anécdota al demorarse casi una hora su bajada del avión por la ausencia en el aeropuerto de una escalera adecuada.

El Airbus 310 de la Fuerza Aérea Española en el que se desplazaron a la capital argentina aterrizó en el aeroparque metropolitano Jorge Newbery poco antes de las 21:00 horas.

Se trata de un aeropuerto ubicado en la misma ciudad de Buenos Aires y en el que habitualmente operan aviones de menor altura y envergadura que los que lo hacen en el aeropuerto internacional de Ezeiza, situado a unos 35 kilómetros al sudoeste de la capital argentina.

La cercanía del aeroparque al centro de la ciudad fue uno de los motivos por los que se decidió que el avión de los reyes aterrizase en su pista.

Lo hizo y se desplazó hasta el lugar en el que sus ocupantes tenían que descender, donde se encontraban ya esperando un cordón de honores y las autoridades correspondientes.

Entre ellas, el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell (quien había viajado previamente a Buenos Aires para protagonizar diversos actos) y su homólogo argentino, Jorge Faurie.

También aguardaban, entre otros, el embajador español en Buenos Aires, Javier Sandomingo , y el de Argentina en Madrid, Ramón Puerta.

Pero los responsables del aeroparque no tuvieron en cuenta el tamaño del avión, y cuando se acercó hasta su puerta la escalera rodante ya preparada para ello, se percataron de que no servía y hubo que retirarla.

Por ello, se buscó otra escalera, mientras que entre las delegaciones que esperaban se llegó a comentar la posibilidad de que el avión tuviera que despegar de nuevo para aterrizar en Ezeiza.

No fue necesario, y casi una hora después de que el Airbus de los reyes tomara tierra, se pudo acoplar a su puerta una escalera con las características necesarias y que es la que se usa para el avión del presidente de Argentina, Mauricio Macri.

No se pudo recurrir a ella antes debido a que, según fuentes de las delegaciones, estaba guardada en un hangar y no se pudo disponer de inmediato del mecanismo necesario para acceder a su interior.

Con el problema solucionado, los reyes descendieron del avión poco antes de las 22:00 horas, fueron recibidos con honores y saludaron a las autoridades que esperaron a pie de pista durante todo ese tiempo.

Felipe VI y doña Letizia

se trasladaron después hasta el hotel en el que se van a alojar durante su estancia en Buenos Aires con motivo de la visita de Estado, que concluirá el martes para desplazarse después a la ciudad de Córdoba con el fin de asistir a la inauguración del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española.

Su agenda oficial comenzará mañana, lunes, cuando harán una ofrenda floral ante el monumento al general San Martín antes de trasladarse a la Casa Rosada para ser recibidos por Macri y su esposa, Juliana Awada.

Allí están previstas las primeras palabras del rey y del presidente argentino en esta visita, que en la jornada de mañana incluye una reunión entre ambos, una comida privada de la pareja real, Macri y la primera dama del país, y una cena de gala en su honor.

Además, doña Letizia y Awada mantendrán un encuentro sobre primera infancia y enfermedades raras previo a la reunión que al día siguiente, martes, tendrán ambas con representantes de la Asociación Iberoamericana de enfermedades poco frecuentes.

El rey se reunirá además con los presidentes de las Cámaras de la Nación y con el de la Corte Suprema.

El martes, Felipe VI tiene en su agenda una reunión con empresarios argentinos y españoles a la que fuentes oficiales han informado de que también se sumará Macri.

Una reunión en la que se hablará de las relaciones económicas y comerciales, de la seguridad jurídica argentina y del apoyo español a un acuerdo UE-Mercosur.

Además, los reyes mantendrán un encuentro con representantes de la colectividad española en Argentina, que, con medio millón de personas, es la más numerosa en el extranjero.

Fuentes diplomáticas resaltan la importancia del viaje de los reyes a Argentina para seguir reforzando la asociación estratégica entre ambos países y subrayan que las relaciones actuales son excelentes tras dar por superados algunos contenciosos del pasado.

En particular, recuerdan las dificultades en esa relación que provocaron decisiones de la que fuera presidenta argentina, Cristina Fernández, como la expropiación de Repsol YPF.

Felipe VI ha viajado en numerosas ocasiones a Argentina, pero no lo había hecho hasta ahora como rey.

La última vez que estuvo en el país latinoamericano lo hizo como Príncipe de Asturias, cuando en septiembre de 2013 encabezó la delegación que defendió ante el Comité Olímpico Internacional (COI), reunido en Buenos Aires, la fallida candidatura de Madrid como sede de los Juegos de 2020.

maf

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