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Washington.— La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves por un solo voto el proyecto de ley de recorte de gastos y alivio fiscal del presidente Donald Trump, que incluye un impuesto a las remesas de 3.5%. Sin embargo, enfrenta un futuro incierto en el Senado.
El gigantesco paquete se adoptó con 215 votos a favor contra 214 después de que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, sofocara una rebelión en el ala derecha del Partido Republicano que amenazaba su aprobación. De tres votos que podía perder, sólo un republicano cambió de opinión y votó a favor.
Ese cambio se logró después de una serie de concesiones a los más conservadores, pero ahora el plan debe continuar su tramitación en el Senado, donde si bien los republicanos ostentan la mayoría con 53 escaños, frente a 45 de los demócratas y otros dos independientes, que suelen alinearse con los progresistas, todo dependerá de qué tanto se cambie, o no, al proyecto.
Sin embargo, cualquier modificación puede echar por la borda el apoyo de republicanos que casi hasta el último momento estaban reticentes pero se alinearon luego de los ajustes. Otros republicanos esperan que en el Senado la ley sufrirá más cambios. Se prevé una larga batalla en el Senado, al grado de que se perfila que antes de julio no habría una votación definitiva.
Los críticos del texto que Trump llama “ley grande y hermosa” estiman que diezmará la atención médica y aumentará la deuda si el Senado le da luz verde.
El líder de la mayoría del Senado, John Thune, dijo que los republicanos redactarían su propio proyecto de ley para implementar la agenda de Trump, mientras una amplia gama de senadores están haciendo una serie de demandas. “Vamos a escribir nuestro propio proyecto de ley”, dijo Thune a CNN.
Thune se enfrenta a demandas de diferentes sectores, que quieren recortes de gasto mucho más profundos, así como a los moderados, que sostienen que los recortes de Medicaid de la Cámara baja son demasiado estrictos.
El proyecto de ley blinda la visión de una nueva “edad de oro” de Trump. Concretamente reduce los programas de seguridad social para financiar una extensión de sus recortes de impuestos de 2017.
Para Mike Johnson esta legislación es de las que “transforma la nación y cambia vidas”.
“Es el tipo de cambio transformador que las generaciones futuras estudiarán algún día. Recordarán este día como un punto de inflexión en la historia estadounidense”.
Trump celebró en las redes sociales lo que calificó de “posiblemente la legislación más significativa jamás firmada”.
Trump indicó que su plan incluye “enormes recortes de impuestos, cero impuestos sobre las propinas, cero impuestos sobre las horas extras, deducciones fiscales al comprar un vehículo estadounidense, además de fuertes medidas de seguridad fronteriza, aumentos salariales para nuestros agentes de ICE y de la Patrulla Fronteriza”. Trump también cree que los dos republicanos de la Cámara de Representantes que votaron en contra de su megaproyecto de ley de presupuesto deberían ser desafiados en las elecciones primarias, dijo Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca.
La propuesta busca asimismo fondos para la construcción del escudo antimisiles Golden Dome y crea cuentas de ahorro para estimular la natalidad.
Sin embargo, el paquete se ha enfrentado al escepticismo de los republicanos más duros en política fiscal, quienes afirman que el país se encamina hacia la bancarrota. Analistas independientes advirtieron que aumentaría el déficit hasta en 4 billones de dólares en una década.
La Casa Blanca ha realizado proyecciones mucho más optimistas que el consenso general. Parte de la base de que el paquete impulsará el crecimiento en 5.2%, lo que evitaría aumentar la deuda nacional de 36 billones de dólares. Los inversionistas no parecen convencidos.
Los halcones fiscales consideran que los recortes de 700 mil millones de dólares del programa de seguro médico Medicaid son insuficientes, una línea roja para los moderados y posiblemente para Trump, quien dijo al partido que no tocara la seguridad social. Para apaciguar a su flanco más conservador, Johnson adelantó dos años, hasta fines de 2026, la aplicación de los requisitos de trabajo para beneficiarios de Medicaid y aceptó eliminar antes los créditos fiscales a energías limpias.
Uno de los temas más espinosos en las negociaciones fue cuánto aumentar la deducción fiscal estatal y local, ahora limitada a 10 mil dólares. Esta ha sido una prioridad de los legisladores neoyorquinos.
El proyecto de ley aumenta el límite de SALT a 40 mil dólares para ingresos de hasta 500 mil dólares, y se reducirá gradualmente para quienes tengan ingresos más altos. Además, el límite y el umbral de ingresos aumentarán 1% anual durante 10 años. La legislación proporcionaría 46 mil 500 millones de dólares para revivir la construcción del muro de Trump a lo largo de la frontera sur entre EU y México, y más dinero para las deportaciones. Incluye cambios importantes en la política de inmigración, imponiendo una tarifa de mil dólares a los migrantes que solicitan asilo, algo que el país nunca ha hecho.
