Más Información

Tras desaparición de Coneval, organizaciones crean Consorcio; dará seguimiento a medición de la pobreza y evaluación de política social

Hallan restos óseos dentro de obra en construcción en pleno Paseo de la Reforma; autoridades ya investigan

Calor asfixiante, insectos gigantes y comida en mal estado: migrantes describen el infierno que es estar en Alligator Alcatraz

UNAM y Universidad de la Sorbona consolidan cooperación internacional; dan la bienvenida a alumnos del Verano Puma 2025

Congreso recibe reforma para que extorsión se persiga de oficio; prevén sea publicada hoy en la gaceta parlamentaria

Instituto Electoral de Tamaulipas da 12 horas para bajar columna de EL UNIVERSAL y De Mauleón; amenaza con más sanciones

Dora Martínez amplía denuncia contra Aristegui Noticias y reportero; busca bajar notas y tuits donde la llaman "Dora la Censuradora"
Santiago de Chile.— El presidente de Chile, Sebastián Piñera, propuso la noche de ayer un “acuerdo social” para hacer frente a las demandas expresadas en las intensas manifestaciones que suman cuatro días y dejan ya 12 muertos en todo el país.
“Mañana [martes] me reuniré con presidentes de partidos, tanto de gobierno como de oposición, para poder explorar y ojalá avanzar hacia un acuerdo social que nos permita a todos unidos acercarnos con rapidez, eficacia y también con responsabilidad hacia mejores soluciones a los problemas que aquejan a los chilenos”, afirmó el mandatario.
En las calles, el descontento social persistía pese a que el Senado hizo oficial la aprobación para dejar sin efecto el alza a la tarifa del Metro, lo que provocó desde el viernes pasado una serie de manifestaciones. La sesión de sala inició con críticas a las declaraciones del presidente Sebastián Piñera respecto a que “estamos en guerra con un enemigo poderoso”. Los senadores de oposición protestaron con carteles que decían: “¡Sr. Presidente, Chile no está en guerra!”.
Javier Iturriaga del Campo, el general del ejército nombrado por Piñera para comandar el estado de emergencia en Santiago, también lo contradijo, en declaraciones a la prensa: “Mire, yo soy un hombre feliz y la verdad es que no estoy en guerra con nadie”.
Desde temprano, miles de personas se concentraron en la céntrica plaza Italia de la capital de Chile, en una de las mayores movilizaciones pese al estado de emergencia decretado en Santiago por el general Iturriaga, quien extendió por tercer día consecutivo el toque de queda.
Según el general, “comenzamos muy tranquilos y lentamente han comenzado a reunirse grupos de personas con la clara intención de causar daño y violencia para justificar sus demandas”. Aseguró que en la región metropolitana se produjeron 97 detenciones, con lo que, de acuerdo con la fiscalía, ya suman 2 mil 151 personas arrestadas. El ejército sacó las tanquetas a las calles.
“Que se vayan los milicos”, gritaban a coro los manifestantes.
La cifra de fallecidos subió a 12 al informarse, anoche, que un joven de 22 años atropellado por un camión de la Armada en la sureña ciudad de Talcahuano perdió la vida. La mayoría de las víctimas murieron calcinadas en inmuebles incendiados.
La Cancillería de Ecuador denunció que un ecuatoriano muerto en las protestas de Santiago falleció a causa de un disparo. “Fue impactado por una bala durante las manifestaciones ocurridas el 20 de octubre, en el sector de La Serena, en Santiago de Chile”, dijo el canciller Wladimir Veloz Corte, quien exigió a las autoridades chilenas esclarecer la muerte del joven.
El ministro de Salud, Jaime Máñalich, informó de su lado que hay 239 civiles heridos —ocho de ellos en un estado crítico. Piñera calculó en “cientos de millones de dólares” los daños causados en las protestas, y dijo estar trabajando en un “plan de reconstrucción”.