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Londres.— Las revelaciones sobre el programa de espionaje Pegasus muestran “una crisis mundial de los derechos humanos”, según la ONG Amnistía Internacional, que pidió ayer una moratoria en la venta y uso de las tecnologías de vigilancia hasta que se cree un marco reglamentario, mientras el director ejecutivo de WhatsApp, Will Cathcart, dijo que funcionarios que son aliados de EU estuvieron entre los objetivos de NSO.
Amnistía Internacional alertó en un comunicado sobre “los efectos devastadores en los derechos humanos en todo el mundo por un sector de la cibervigilancia poco reglamentada”.
Las revelaciones del proyecto Pegasus “muestran claramente los peligros y los perjuicios a los cuales están expuestas las personas tomadas de manera ilegal como objetivo”, declaró Agnès Callamard, secretaria de Amnistía Internacional, citada en ese comunicado. La compañía israelí NSO, que creó el programa, “es una empresa como otras. Se trata de un sector peligroso que opera desde hace mucho tiempo al límite de la legalidad”, lamentó Amnistía. “Es absolutamente urgente que se refuercen la reglamentación del sector de la cibervigilancia (...) y el control de ese sector muy opaco”, estimó la ONG.
Amnistía Internacional pidió una moratoria que se “instaure de manera inmediata sobre la exportación, la venta, la transferencia y el uso de tecnologías de vigilancia hasta que se aplique un marco reglamentario respetuoso de los derechos humanos”. El programa Pegasus puede infiltrar los teléfonos móviles sin que el usuario lo sepa, lo que permite a los clientes leer todos los mensajes, rastrear la ubicación del usuario e intervenir la cámara y el micrófono.
Pegasus se ha visto implicado en la posible vigilancia masiva de periodistas, defensores de los derechos humanos y 14 jefes de Estado. Sus números de teléfono figuraban entre los 50 mil posibles objetivos de vigilancia en una lista filtrada a Amnistía Internacional y a Forbidden Stories. El miércoles, Reporteros sin Fronteras, con sede en París, también pidió una moratoria para el programa.
Mientras, Cathcart reveló los nuevos detalles sobre las personas que fueron blanco del ataque después de las revelaciones esta semana por parte de Pegasus. El directivo dijo que vio paralelismos entre el ataque contra los usuarios de WhatsApp en 2019, que ahora es objeto de una demanda presentada por el servicio contra NSO, y los informes sobre una fuga masiva de datos que están en el centro del proyecto Pegasus.
“Los informes coinciden con lo que vimos en el ataque que derrotamos hace dos años, es muy consistente con lo que hablamos en voz alta entonces”, comentó Cathcart en una entrevista con The Guardian.
Además de los “altos funcionarios del gobierno”, Whats- App descubrió que periodistas y activistas de derechos humanos fueron el objetivo del ataque de 2019 contra sus usuarios. Muchos de los objetivos en el caso de esta compañía, declaró, “no tenían por qué estar bajo vigilancia de ninguna manera”. NSO ha dicho que debería ser inmune a las demandas porque sus clientes son gobiernos extranjeros.