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Bruselas.— La proliferación de laboratorios clandestinos para la producción de drogas sintéticas, en los que se ha identificado presencia de narcos mexicanos, supone una amenaza adicional para la salud pública de los europeos.
El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) y Europol advierten que estos laboratorios en suelo europeo, además de acercar las nocivas sustancias al consumidor, están teniendo gran impacto medioambiental a causa del vertido de residuos químicos en los ecosistemas.
Por ejemplo, la producción de un kilogramo de metanfetamina a partir del método del fósforo rojo, genera entre 5 y 6 kilogramos de desechos que tratarán de ser eliminados de manera improvisada para evitar el rastreo policiaco.
Entre la variedad de métodos utilizados para eliminar las grandes cantidades de desechos químicos generados durante la producción de drogas sintéticas, está el vertido por el fregadero o el inodoro, técnica menos empleada, debido a que la sustancia puede ser corrosiva o tan viscosa que bloquea el desagüe.
“Si los desechos químicos se eliminan de esta manera, pueden afectar la calidad del agua potable o afectar negativamente las plantas de tratamiento de aguas residuales municipales”, indica un reporte elaborado conjuntamente por Europol y el OEDT.
Otro mecanismo identificado consiste en arrojar los contenedores de desechos en el campo o tratar de ocultarlos enterrados bajo tierra.
Igualmente se han encontrado desechos en propiedades abandonadas o al interior de camionetas robadas a las que se les prenden fuego para ocultar pruebas forenses.
También se han detectado métodos más elaborados, incluyendo el uso de camionetas adaptadas para bombear desechos en las superficies de las carreteras de manera discreta y durante su circulación.
Los expertos en Lisboa y La Haya reconocen que se necesita profundizar en los impactos de los desechos de producción de drogas sintéticas en la biodiversidad y el medioambiente. Por ahora, sólo hay investigaciones aisladas.
La República Checa aporta pistas sobre las consecuencias que esto está teniendo en la fauna. Los científicos checos encontraron que la presencia de metanfetamina en las aguas residuales genera indicios de dependencia y cambios de comportamiento entre los peces, lo que altera los hábitos de apareamiento y afecta el ecosistema acuático.
A la par del impacto medioambiental, los centros de producción, como los montados por los cárteles mexicanos y grupos belgas y holandeses en el rubro de la metanfetamina de cristal, suponen un riesgo de seguridad para la comunidad local.
En los últimos años se han registrado muertes en Bélgica y Países Bajos como resultado de la inapropiada manipulación de los residuos químicos; ha habido explosiones, incendios y casos de asfixia por monóxido de carbono y la diseminación de otros gases tóxicos.
“Al igual que con toda la producción de drogas sintéticas, la fabricación de metanfetamina no sólo presenta peligros para quienes participan en la producción, también da lugar a la generación de productos químicos de desecho, que normalmente se vierten fuera del sitio de producción”, indica un informe.
“Las personas que suministran productos químicos a laboratorios ilícitos pueden recoger los desechos para eliminarlos en lugares alejados de la zona de producción. Tales técnicas pueden frustrar los esfuerzos para identificar los sitios de producción y presentar riesgos colaterales para el medioambiente y las personas involucradas”.
A estos peligros se añade la carga adicional a las arcas públicas por los elevados costos de limpieza. Un estudio elaborado en Bélgica y Holanda, los dos principales centros europeos de producción de anfetaminas y metanfetaminas, arroja luz sobre la factura que tiene que pagar el Estado por el desmantelamiento de las cocinas clandestinas.
No hay un protocolo estándar que estipule el proceso para el desmantelamiento de laboratorio de drogas sintéticas y la limpieza de vertederos clandestinos; las autoridades se adaptan a cada caso.
A menudo es la policía la primera en presentarse en el lugar y la instancia responsable de alertar a los servicios especializados: cuerpo de bomberos, la unidad de protección civil, los servicios medioambientales, el equipo de identificación forense y las firmas privadas encargadas de la gestión de desechos químicos.
La falta de un proceso nacional uniforme para el desmantelamiento y saneamiento dificulta establecer una estimación general de los costos de desbaratar un laboratorio.
Sin embargo, se estima de manera global que en Bélgica, el costo por gestionar los 26 vertederos improvisados y 10 laboratorios identificados en 2016 fue de un millón 400 mil euros.
En tanto que en Holanda, el tratamiento de 117 vertederos y 61 laboratorios fue de 4.3 millones de euros. Del total, las firmas privadas especializadas en el manejo de residuos químicos facturaron 490 mil euros y la Unidad Central de Desmantelamiento (LFO) 631 mil. En los últimos años, en el sur de Holanda y el norte de Bélgica se ha identificado una alianza entre el narco mexicano y bandas delictivas locales para la producción de metanfetamina de cristal.
Europol describe la cooperación como mutuamente rentable, pues bajo la guía de los mexicanos, los grupos holandeses son capaces de producir drogas potentes y de alta calidad para abastecer los mercados de Europa del este, Asia y Oceanía.
Un laboratorio desmantelado en Holanda en 2020 ilustra la cantidad de sustancias peligrosas empleadas en los métodos innovadores utilizados por los mexicanos.
En dicho lugar se descubrieron 2.4 toneladas de productos de clorhidrato de metanfetamina en polvo, 496 litros de aceite base y 141 kilogramos de cristales terminados, además de media tonelada de ácido tartárico, 40 kilogramos de azobisisobutironitrilo y 20 kilogramos de ácido tioglicólico.
Asimismo, se encontraron reactivos químicos en abundancia, más de mil 200 litros de ácido clorhídrico, 173 kilogramos de hidróxido de sodio, 270 litros de solventes y 8 kilogramos de cloruro mercúrico.
Este último elemento, indica la justicia europea, “es un químico clave del método usado por los cocineros mexicanos. Este método representa un riesgo particular para aquellos involucrados en la producción y en las primeras intervenciones ante la posible exposición a vapores de mercurio”.
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