San José. – La Plataforma Unitaria, principal bloque opositor venezolano, dio ayer un fuerte respaldo a las negociaciones que empezó el 13 de agosto anterior en México con el gobierno del cuestionado presidente, Nicolás Maduro, al anunciar que aceptó participar en las elecciones regionales del próximo 21 de noviembre en Venezuela.

La medida marcó un significativo giro político luego de que, reiteradamente, la Plataforma denunció que la elección de noviembre, como las de 2018 y 2020, también sería ilegítima y sin requisitos básicos para ser definida como libre, justa y verificable por estar bajo control del régimen de Maduro y sujeto a fraudes y trampas.

“Destacamos que esta decisión complementa los esfuerzos que se adelantan en México y apuntan a una solución pacífica y negociada” del conflicto venezolano, aseguró la Plataforma en una declaración que divulgó en Caracas y envió a EL UNIVERSAL.

“Sabemos que estos comicios no serán unas elecciones justas ni convencionales. La dictadura (de Maduro) ha impuesto obstáculos graves que ponen en riesgo la expresión de cambio del pueblo venezolano”, alertó.

Al admitir que “entendemos que serán un terreno de lucha útil para fortalecer a la ciudadanía e impulsar la verdadera solución a la grave crisis” por la vía de elecciones presidenciales y legislativas libres, anunció que se organizará, movilizará y fortalecerá “en unidad al servicio de la reinstitucionalización democrática de Venezuela”.

Los principales partidos opositores rechazaron disputar los comicios presidenciales de mayo de 2018, que llevaron a la reelección de Maduro, y los legislativas de diciembre de 2020, con las que el oficialismo reasumió el dominio de la Asamblea Nacional.

Los venezolanos deberán acudir a las urnas el 21 de noviembre para escoger a los 23 gobernadores de los 23 estados, 253 legisladores regionales, 335 alcaldes de igual número de municipios—como el del Distrito Capital (Caracas)—y 2 mil 471 concejales.

Los 3 mil 82 electos asumirán dos semanas después y ejercerán por cuatro años, en un país con unos 21.1 millones de electores entre sus 32 millones de habitantes, pero con unos seis millones como migrantes en el exterior.

Tras la convocatoria en mayo pasado a la consulta de noviembre, el cronograma de trámites se abrió en junio. El 26 de este mes habrá un simulacro de comicios y la campaña será del 28 de octubre al 18 de noviembre.

Al informar que competirá con la papeleta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), uno de sus bloques políticos, la Plataforma explicó que “tomamos esta decisión mayoritariamente después de un extenso y difícil proceso de deliberación interna que contó con la participación de líderes locales, regionales y nacionales”.

“Nos mueve la difícil situación que atraviesa nuestro país, el sentido de urgencia para encontrar soluciones permanentes a nuestros padecimientos y el propósito de fortalecer la unidad”, precisó, en alusión a los agudos problemas políticos, institucionales y socioeconómicos de Venezuela.

“Asumimos el compromiso de redoblar esfuerzos para motivar al pueblo de Venezuela a ser parte de este episodio de lucha y a procurar que el 22 de noviembre hayamos logrado avanzar en el camino que nos llevará a solucionar la grave crisis de Venezuela: un acuerdo nacional y elecciones presidenciales y parlamentarias libres”, recalcó.

La oposición está dividida en grupos a favor y en contra de negociar con Maduro y de acudir a comicios.

Paso clave

Una clave del diálogo que comenzó en México, y seguirá del viernes al lunes próximos en la capital mexicana con Noruega como mediador, Rusia como acompañante del oficialismo y Holanda de la oposición, será mezclar acuerdos sobre elecciones y sanciones.

La comitiva de Maduro debería comprometerse a crear condiciones para realizar comicios presidenciales y legislativos libres, justos y verificables en fecha a definir. En respuesta, la opositora buscaría que Estados Unidos levante las sanciones económicas que, por violar los derechos humanos, romper el orden democrático y desplegar una política, le impuso al oficialismo desde 2017.

Antes de la primera ronda, en la que ambas partes firmaron un entendimiento para definir la ruta negociadora, la oposición insistió en que combinar el proceso electoral con fin de las medidas punitivas de EU sería crucial para lograr un arreglo pacífico.

Tras ganar las parlamentarias de 2015, la oposición consiguió en enero de 2016 el control de la Asamblea, pero el oficialismo la paralizó y EU dictó sanciones.

Maduro se reeligió en 2018 y asumió en enero de 2019 para un periodo que vencería en enero de 2025, aunque fue desconocido por más de 50 países que adujeron que su reelección fue ilegítima y ese mismo mes reconocieron como presidente interino al diputado opositor Juan Guaidó por ser presidente de la Asamblea. Guaidó encabeza la Plataforma.

El diálogo en México fue precedido por el fracaso de negociaciones bilaterales en República Dominicana en 2016, 2107 y 2018 y en Noruega y Barbados en 2019.

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