Kabul.— Mientras los afganos buscan sobrevivientes entre los escombros de inmuebles que se desplomaron con el terremoto del domingo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) se coordinaba con el gobierno de Afganistán para poder brindar ayuda de emergencia.

El sismo dejó al menos 812 muertos y más de 2 mil 700 heridos. La mayoría de las víctimas se registró en la provincia de Kunar, cerca de la ciudad de Jalalabad en la vecina provincia de Nangarhar, donde además hay daños extensos. En Nagarhar también hubo más de una decena de fallecidos y cientos de lesionados. Ambas provincias se sitúan en el este de Afganistán, en la frontera con Paquistán.

“Los niños están bajo los escombros. Los ancianos están bajo los escombros. Los jóvenes están bajo los escombros”, subrayó un residente del distrito de Nurgal, en Kunar.

“Necesitamos ayuda aquí”, suplicó. “Necesitamos que la gente venga y se nos una. Debemos sacar a las personas que se encuentran enterradas. No hay nadie que pueda venir y sacar los cuerpos de debajo de los escombros”.

El portavoz talibán Zabihullah Mujahid advirtió de que las cifras “no son definitivas y podrían aumentar”, mientras las operaciones de rescate continúan en busca de sobrevivientes, pero se veían dificultadas por los deslizamientos de tierra que han bloqueado las carreteras en el este del país y que impiden acceder a zonas remotas.

El temblor inicial se registró a las 23:47 del domingo, hora local, y fue seguido de al menos dos réplicas de magnitud 5.2.

El Ejecutivo anunció la creación de un comité especial de emergencia y la asignación de mil millones de afganis (unos 14.63 millones de dólares) para atender a las familias damnificadas, con el compromiso de ampliar los fondos si fuera necesario. Los recursos se destinarán a asistencia médica de urgencia, distribución de alimentos y refugio, además de apoyar las tareas de rescate en las zonas más aisladas.

Un afgano pasa junto a una vivienda dañada por el movimiento telúrico, que sumió a la población del país asiático en la tragedia. Foto: Wakil Kohsar / AFP
Un afgano pasa junto a una vivienda dañada por el movimiento telúrico, que sumió a la población del país asiático en la tragedia. Foto: Wakil Kohsar / AFP

El gobierno talibán ha desplegado helicópteros para evacuar a víctimas en zonas aisladas, mientras hospitales como el de Jalalabad, el más cercano al epicentro, están desbordados por la llegada de heridos.

Algunas de las aldeas más afectadas en Kunar “siguen siendo inaccesibles debido a los bloqueos en las carreteras”, advirtió la agencia de la ONU para las migraciones.

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su “profunda consternación” por el terremoto. “El secretario general expresa su solidaridad con el pueblo afgano, extiende sus sinceras condolencias a las familias de las víctimas y desea una pronta recuperación a los heridos”, detalla un comunicado remitido ayer por el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.

El organismo se está coordinando con las autoridades talibanes de facto para evaluar rápidamente las necesidades, brindar asistencia de emergencia y estar preparados para movilizar apoyo adicional. Además, la ONU hizo un llamado de emergencia y se han liberado 5 millones de dólares del fondo de emergencia para hacer frente a esta catástrofe.

“Las Naciones Unidas en Afganistán no escatimarán esfuerzos para ayudar a la población, pero la financiación humanitaria actual es insuficiente para atender las necesidades. El Secretario General pide recursos humanitarios adicionales para responder urgentemente a la tragedia y las crisis actuales”, alerta el comunicado.

“Las habitaciones y las paredes se derrumbaron sobre las mujeres y los niños, algunos murieron en el acto y otros fueron heridos”, declaró a AFP Zafar Khan Gojar, de 22 años, relatando una noche de terror. “Nuestros vecinos perdieron seres queridos. Mi hermano se rompió una pierna y tuvo que ser trasladado en helicóptero”, añadió el hombre desde el hospital, donde vela por su hermano.

Muchas familias acababan de regresar a Afganistán tras haber sido expulsadas de su exilio en Paquistán e Irán. En total cerca de cuatro millones de afganos han vuelto al país. “Había unas 2 mil familias de refugiados que habían regresado y planeaban reconstruir su hogar” en esta región agrícola fronteriza con Paquistán, explicó el responsable.

El papa León XIV expresó su pesar y solidaridad a los afectados por el terremoto. Ofreció oraciones “por las almas de los fallecidos, por los heridos y por los desaparecidos”.

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