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Bruselas.— El Premio Nobel de la Paz fue atribuido ayer al médico congoleño Denis Mukwege y a la ex esclava sexual del Estado Islámico (EI), la yazidí Nadia Murad; fueron recompensados “por sus esfuerzos para poner fin al uso de la violencia sexual como arma de guerra”, indicó la presidenta del Comité del Nobel, Berit Reiss-Andersen.
La iraquí Murad, de la minoría yazidí, fue esclava sexual del EI en 2014, antes de lograr huir.
“Estoy increíblemente honrada y abrumada por su respaldo y comparto este premio con los yazidíes, iraquíes, kurdos y otras minorías perseguidas y las incontables víctimas de violencia sexual en todo el mundo”, dijo en un mensaje publicado en su página web.
Tras el anuncio por el Comité del Nobel, su gente celebró. “Estamos muy contentos. [Murad] es la voz de los yazidíes en el extranjero y ella transmite nuestros sufrimientos”, explicó Loqman Sleiman, de 35 años. “Murad lleva sin descanso todos los sufrimientos de su pueblo ante los tribunales internacionales”, afirmó Zeri Khodr, una desplazada de 40 años. El presidente de Irak, Barham Saleh, declaró que la atribución del Nobel a Murad era “un honor para los iraquíes que combatieron el terrorismo”.
Mukwege, por su parte, ha tratado a 50 mil víctimas de violaciones en el hospital de Panzi que fundó en 1999 en Bukavu, en la República Democrática del Congo (RDC). “Estaba en el quirófano, de repente entró gente y me informaron sobre la noticia”, dijo Mukwege al periódico noruego VG. Para este médico, la violencia sexual es un “arma de destrucción masiva”.
La ONU celebró este “fantástico” anuncio que “ayudará a hacer avanzar el combate contra la violencia sexual como arma de guerra en los conflictos”. La canciller alemana Angela Merkel felicitó a “dos excelentes premiados”. Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, aseguró: “Es difícil imaginar a dos laureados más dignos”. Reiss-Andersen indicó: “Es importante ver el sufrimiento de las mujeres, los abusos y permitir que ellas renuncien a la vergüenza y se atrevan a hablar”. Mukwege y Murad se repartirán el Nobel (990 mil dólares), que se les entregará en Oslo el 10 de diciembre.