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Bruselas.— La Comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo determinó ayer que la práctica de retrasar y adelantar una hora el reloj durante el invierno y el verano no tiene ningún sentido, por ello, recomendó a los países miembros de la Unión Europea acabar con esa práctica adoptada inicialmente con motivos de ahorro energético.
Propone que el cambio de horario programado para el último domingo de marzo de 2021 sea el último para los miembros de la UE que opten por mantener el horario de verano.
Para los miembros que prefieran conservar el horario estándar; es decir, el de invierno, sugiere modificar el reloj de manera definitiva el último domingo de octubre de 2021.
La resolución avalada por 23 votos a favor y 11 en contra insta a las capitales europeas a adoptar un enfoque coordinado antes de cualquier modificación, al tiempo que instruye a la Comisión Europea a evaluar las decisiones para evitar impactos negativos en la operación del mercado interior.
En caso de que el Ejecutivo comunitario identifique anomalías por falta de sintonía entre los países, la Eurocámara aconseja posponer hasta 12 meses el plazo establecido; daría tiempo para una nueva propuesta.
Tras el voto en la Comisión de Transporte, toca a la Eurocámara adoptar o rechazar la iniciativa. “Se decidió que no nos ceñiremos al cambio de horario de invierno y verano, sino que se eliminará. Cada Estado podrá decidir qué prefiere”, dijo la eurodiputada socialista Marita Ulvskog.
El proceso lo inició un grupo de ciudadanos de Finlandia, y a la fecha se estima que más de 4 millones de europeos han contactado a la Comisión Europea para manifestar su deseo de acabar con el cambio de horario. La iniciativa ciudadana se reforzó con estudios científicos. Los informes exponen la existencia de efectos negativos en la salud y la agricultura.
