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La expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, no asistirá a la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, anunció su portavoz.
Pelosi, de 84 años y acérrima enemiga de Trump, se está recuperando de una operación de reemplazo de cadera.
En 2017, asistió a la toma de posesión de Trump para su primer periodo, pero su portavoz señaló que no acudirá el próximo lunes, sin explicar la razón.
Pese a la cirugía a la que se sometió Pelosi tras una caída, regresó al Capitolio tanto para el primer día del nuevo Congreso como para el recuento de los votos electorales del 6 de enero que certificó el triunfo de Trump.
Pelosi y Trump nunca han tenido una buena relación. En el discurso del Estado de la Unión de Trump en 2020, Pelosi, entonces presidenta de la Cámara Baja, rompió su copia del mensaje.
Durante la presidencia de Pelosi, la Cámara de Representantes votó dos veces a favor de la destitución de Trump. La demócrata llegó a declarar que “mi objetivo en la vida era que ese hombre no volviera a pisar la Casa Blanca”.
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Trump, a su vez, ha calificado a Pelosi de “corrupta”, “malvada”, “enferma” y “loca”.
De acuerdo con la cadena NBC News, mientras Pelosi no irá, los expresidentes Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama sí estarán presentes, pero no irán al almuerzo posterior a la toma de posesión.
Al parecer, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, quien también tiene una mala relación con Trump, tampoco asistirá al almuerzo.
El almuerzo se remonta a la toma de posesión del Presidente William McKinley, en 1897, y es organizado por el Comité Conjunto del Congreso sobre Ceremonias Inaugurales.
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