Los problemas de desarrollo que enfrentan los países, y que llevan a su población a emigrar, no se solucionan con un muro, aseguró en entrevista el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres.

Precisó que la migración no es un problema, sino parte de la solución de los problemas del mundo; sin embargo, debe de realizarse dentro de un marco legal que permita eliminar problemas como el tráfico de personas. Sobre el anuncio del gobierno estadounidense de eliminar el programa DACA, confió en que el Congreso de Estados Unidos tenga “la inteligencia” de legislar para garantizar los derechos de los beneficiarios.

Cuando usted fue electo, Donald Trump estaba muy abajo en las encuestas. ¿Se imaginó que se iba a sacar, como decimos en México, ‘la rifa del tigre’, ¿ser el secretario de la ONU en tiempos de Trump?

—Mira hay que estar preparado para todas las eventualidades. La función de secretario general es una función al servicio del pueblo del mundo, de los pueblos del mundo, y tenemos que estar preparados para trabajar con todos los gobiernos de todos los países, pero basados siempre en el sistema de valores. Son los valores de la Carta de las Naciones Unidas, los valores que tienen que ver con la paz, la seguridad, con el desarrollo sostenible, pero también inclusivo con una globalización que sea justa, y los valores de los derechos humanos. Entonces, basados en los valores, estamos prontos, estamos listos para lidiar con todos los gobiernos de todos los colores en el mundo.

¿Qué le parece la idea del muro, usted que conoce tan bien México, entre Estados Unidos y México?

—Yo creo que la cuestión esencial es la cuestión migratoria y para mí, la migración no es un problema, es una parte de la solución de los problemas del mundo. Tuvimos siempre migraciones.

La historia está construidade migraciones...

—Y para dar un ejemplo, mi madre tiene 94 años hoy y tiene siempre en Portugal —que no es un país rico— una persona que la está cuidando las 24 horas del día, siempre por rotación. Cuando yo visito a mi madre nunca vi una portuguesa o un portugués con ella, son siempre inmigrantes, y eso quiere decir que Europa —que hoy tienen una reacción tan negativa contra las migraciones— sin migraciones no es sostenible, la población no es sostenible, la economía no es sostenible, pero lo que hay que hacer es regular la migración.

Lo que es trágico es que para migrar la gente tenga que ponerse en las manos de traficantes, de polleros que los explotan de una forma miserable, que violan sus derechos humanos, que les cobran muchísimo, que son multinacionales del crimen con una financiación brutal. Lo que es necesario es, en primer lugar, hacer el máximo en las políticas de cooperación para dar a las personas la oportunidad de encontrar un futuro en su tierra. Estamos cerca de México, del triángulo norte... Creo que es muy importante ayudar a estos países, hacer las inversiones necesarias desde el punto de vista económico, social y de seguridad.

Generar desarrollo...

—Los salvadoreños, los guatemaltecos, que tengan la posibilidad de vivir en su país, pero al mismo tiempo reconocer que siempre habrá necesidad de migraciones y, entonces, es mejor hacerla legalmente.

¿Garantiza algo un muro?

—No, el problema es que los muros no solucionan el problema, lo que puede solucionar el problema es tener políticas de desarrollo en los países sede que ayuden a los países [expulsores] a crear oportunidades para sus ciudadanos. Al mismo tiempo, tener una cooperación entre países de origen, de tránsito. México hoy es un país de origen, de tránsito y de destino. Así es. Es todo y al mismo tiempo, tener más oportunidades de migración legal si miramos a un país como Estados Unidos.

En este contexto...

—Estados Unidos no puede pasar, si Estados Unidos saca fuera todos los migrantes que tiene...

No existiría

—Pero es mucho mejor legalizar a la gente, tener la gente organizada de una forma que todos sepan quién está, dónde está. Incluso, en mi punto de vista de seguridad… es muy difícil tener un diálogo racional sobre migraciones y hay mucha gente que está explotando los miedos, los problemas, la imaginación de la gente para crear esta idea de que son los extranjeros, los diferentes, los que están creando problemas y están poniendo en riesgo nuestra seguridad, lo que impide un diálogo sereno, tranquilo, racional sobre migraciones. Yo estoy por una política de gestión de las fronteras, las fronteras tienen que ser gestionadas, la seguridad tiene que estar en las preocupaciones de los gobiernos, pero también tiene que haber una preocupación con la protección de los derechos de la gente.

¿En este sentido la decisión del presidente Donald Trump de apuntar a la extinción del programa DACA qué le parece?

—Yo creo que fue un programa que fue importante y [ahora Trump] da seis meses al Congreso. Espero que el Congreso tenga la inteligencia de preparar un programa que permita una transición, garantizando los derechos de esta gente que es muy joven, llegó muy joven y a quien le fue dado el derecho de trabajar legalmente en Estados Unidos. Vi recientemente una declaración del speaker [vocero] de la cámara pidiendo exactamente que se diera al Congreso una oportunidad para regularizar esta situación y espero, tengo la esperanza, de que el Congreso pueda hacerlo de una forma positiva.

¿Los seis meses no es una bomba de tiempo? ¿A seis meses para una crisis humanitaria?

—Yo espero que sean seis meses para solucionar un problema.

La otra derivada de lo que usted comentaba con el tema de la migración es el terrorismo, la manera en cómo grupos, como el Estado Islámico, han usado ya nuevas formas de hacer terrorismo. ¿Cómo se debe enfrentar una amenaza de esta naturaleza?

—Hay que combatir el terrorismo, y eso es muy claro, y combatir el terrorismo con todos los medios que tienen las policías, los servicios de inteligencia, filtrando grupos conociendo sus planes, eso es muy importante.

¿Con aviones, con bombas, con soldados también?

—Y también militarmente donde sea necesario. Para mí es muy claro, el terrorismo hay que combatirlo, nada justifica el terrorismo. Los terroristas no están ahí porque promueven justicia. El terrorismo es inaceptable en todas las formas.

En medio de esta crisis reciente con Corea del Norte... ¿Estamos más cerca que nunca de una guerra nuclear?

—Estamos en una situación muy peligrosa, muy peligrosa. Hay que condenar de una forma absolutamente clara esta política de provocación de Corea del Norte con sus ensayos nucleares, la sexta bomba, ahora de hidrógeno, en contradicción con todas las decisiones de la comunidad internacional, en violación de la ley internacional, en violación de las decisiones del Consejo de Seguridad que por una vez estuvo unido (...) Es importante aprovechar esta unidad para desarrollar iniciativas diplomáticas que sean capaces de (...) desnuclearizar a Corea del Norte o la península coreana, pero hacerlo de forma política, de forma diplomática, de forma pacífica. Lo más peligroso aquí es esta escalada, uno hace una cosa, otro hace otra, y de escalada en escalada se puede llegar a una situación de conflicto que sería una tragedia horrorosa.

En esta escalada, ¿hay también responsabilidad de Estados Unidos?

—Una escalada siempre tiene distintos participantes pero aquí hay que ser muy claro, el problema está en las excesivas acciones de Corea del Norte contra el derecho internacional. No podemos mezclar todo y aquí hay que ser muy firmes, como decía, la unidad del Consejo de Seguridad con Rusia, con China, con Estados Unidos, con todos los otros países, con todos los otros miembros es absolutamente esencial.

¿Bastan las sanciones o es momento de que, como dicen en el Consejo de Seguridad, se considere usar todos los medios necesarios?

—Yo creo que las sanciones y la unidad del Consejo, que todos juntos, en una perfecta coordinación, hagan la máxima presión sobre Corea del Norte. En mi opinión, es lo que puede crear una oportunidad para solucionar pacíficamente el conflicto. Si el Consejo está dividido, si no hay una presión conjunta con todos los instrumentos que todos los países tienen a su disposición, ahí hay peligro de una situación en la que el control se ha perdido y eso sería una tragedia.

Estados Unidos se ha quejado mucho de China, que no está haciendo todo lo que podría estar haciendo para calmar a Corea del Norte.

—Creo que es muy importante el diálogo entre Estados Unidos y China, creo que hay consideraciones de seguridad importantes también para China en el marco de la región. Yo creo que es importante tener un consenso sobre una visión común de seguridad que establezca la unión entre Estados Unidos, China, Rusia, Corea del Sur, la otra república de Corea, Japón, eso para mí es lo más importante. Es garantizar que, como sabe usted, que haya una plataforma de seis países, que incluye a Corea del Norte, y que los otros cinco establezcan una verdadera unidad de acción.

¿Un dique?

—Que sea un dique a Corea del Norte porque si Corea del Norte ve que hay una unidad total de los otros, yo creo que ahí tendrá que reflexionar de una forma mucho más seria. Si mira que hay divisiones y que pueden jugar unos contra los otros, ahí podemos tener el peor [escenario] y el peor después de generar una situación de conflicto que sería una tragedia horrenda.

Hay quien dice que lo que busca Corea del Norte es protegerse. Irak no tenía armas nucleares y le cayeron encima; Siria no tenía armas nucleares y le cayeron encima; Afganistán no tenía armas nucleares, le cayeron encima. Yo voy a tener armas nucleares y con eso me protejo.

—Yo creo que es un error total, al contrario, las armas nucleares son el mayor peligro para los coreanos del Norte.

¿Se sentaría usted con Kim Jong-un?

—Todos nos debemos sentar con todo el mundo para solucionar los problemas del mundo, pero lo que es necesario, en mi opinión, es la unidad del Consejo y yo estoy a la disposición del Consejo de Seguridad para hacer lo que sea, pero tengo conciencia de que más importante que la acción del Secretario General de las Naciones Unidas es la acción de los países que tienen una influencia más directa sobre Corea del Norte.

¿El presidente [Vladimir] Putin, de Rusia, dice que las sanciones no bastan. El presidente Trump ha autorizado que se vendan armas más sofisticadas a Japón y Corea del Sur. ¿Esto no nos pone más cerca de la guerra que de la paz?

—Si estas sanciones no bastan por el momento, hay que encontrar otras y sobretodo, como decía, la unidad de estos cinco países puede cambiar la política de Corea del Norte.

¿Es momento de una acción militar contra Corea del Norte?

—No creo que esto esté en estos planes en este momento.

¿Coincide usted con la embajadora de Estados Unidos, aquí en la ONU, quien dice que Norcorea está rogando por una guerra?

—Es una expresión simbólica y creo que está expresando una gran preocupación. Yo no tomaría esas palabras de una forma directa, pero creo que es una imagen.

El tema Venezuela parece no haber llegado todavía a las altas esferas de Naciones Unidas. ¿Siente que el régimen del presidente Nicolás Maduro se ha apartado de la vida democrática?

—Yo creo que hay dos riesgos que importa evitar en Venezuela. Y creo que Latinoamérica ha dado una contribución muy importante al mundo, en el sentido de que desde hace décadas que no hay intervenciones exteriores [en la región], desde hace décadas que no hay evoluciones para la tiranía, para el autoritarismo. Yo creo que en Venezuela hay que evitar una intervención exterior y hay que evitar el autoritarismo. Yo espero que el diálogo entre gobierno y oposición se inicie y que por el diálogo sea posible tener a Venezuela en el marco de la democracia. Sería un desastre si esto se perdiera en un país como Venezuela.

Los 11 cancilleres de América Latina que han presionado al régimen de Venezuela para que no salga de la ruta democrática se reunirán en el marco de la Asamblea General de la ONU, la próxima semana aquí. ¿No siente que hace falta un paso más allá?

—La información que tengo es que hay un diálogo que puede proseguir. Y el diálogo es siempre la única forma de solucionar los problemas internos de un país. Y creo que es fundamental tener una Venezuela democrática, donde los derechos humanos sean respetados, donde las distintas corrientes políticas tengan la posibilidad de expresarse, pero que también haya un respeto por su independencia y su identidad.

¿Siente que hoy por hoy, Venezuela respeta la democracia, respeta todas las corrientes políticas y respeta los derechos humanos?

—Yo creo que estamos en una situación gris, donde muchas cosas están aconteciendo, que son muy preocupantes, y espero que sea posible volver a un camino en el que todos sientan pertenecer a un sistema político.

¿México tiene un reto cuando se toca el tema de derechos humanos? ¿México tiene un expediente negro cuando se habla de derechos humanos?

—No, México es un país en el que los derechos humanos son esencialmente respetados; eso no quiere decir que no haya aquí o ahí problemas que pueden mejorarse y nosotros estamos siempre a disposición de las autoridades mexicanas para cooperar en todo lo que sea, el fortalecimiento de las instituciones mexicanas de derechos humanos.

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