Laura McCarthy
, de 33 años, es una ciudadana oriunda de Huddersfield, Reino Unido, y desde hace 15 años es madre de cuatro hijos propios y de otros cinco que tuvo por medio del alquiler de su vientre , para ayudar a parejas que no podían ser padres.
Su historia se ha vuelto viral en redes sociales y medios de comunicación locales, ya que asegura que no lo hace por el dinero, sino porque quiere ayudar a otros a cumplir sus sueños.
Laura logró tener su primer bebé subrogado hace 12 años, luego logró tener gemelos, un niño y una niña, que fueron entregados a familias que no podían ser padres por diversas condiciones, según reporta el diario ‘El Comercio’.
Todos sus hijos fueron fecundados por medio de la modalidad in vitro, utilizando espermatozoides y óvulos de la madre y del padre para implantarlos en el vientre de Laura, por lo que, genéticamente, ningún bebé es de ella.
"Me encanta ser madre, es el mejor trabajo del mundo y me encanta poder ayudar a alguien a cumplir su sueño de convertirse en padre", aseguró McCarthy en una entrevista para el medio local ‘Yorkshire Live’.
También menciona que su sueño de pequeña fue ser madre para toda la vida, un objetivo que logró luego de tener a sus cuatro hijos propios. Sin embargo, su sentir pudo extrapolarlo a otras familias que no podían tener bebés. Asegura que siente empatía por ellos y por eso decidió ser mamá subrogada.
Estigma y retos
Para poder tener a su décimo hijo tuvo que bajar al menos cinco kilos de peso para aliviar algunos riesgos que se podrían presentar durante el proceso de gestación. Ahora, espera tener al bebé sin ningún inconveniente y volver hacer feliz a una pareja con ansias de conocer el valor de la paternidad.
“Habiendo tenido nueve bebés y, definitivamente, queriendo más, no podía arriesgarme a tener un décimo bebé teniendo tanto sobrepeso debido a factores de riesgo asociados”, aseguró al medio local.
Ahora bien, existe un rumor idealizado no solo en Reino Unido , sino en otros países del mundo sobre el apego que pueden adquirir las madres sustitutas por los bebés de vientre alquilado, pues se especula que hay ocasiones en que estas mujeres se quedan con los recién nacidos.
Sin embargo, McCarthy asegura que esta creencia dista mucho de la realidad porque, si bien se genera un vínculo, “no vas más allá de mantener a ese bebé a salvo de cualquier contratiempo, y que no son los mismos sentimientos que se tienen hacia su propio hijo que cuando se está embarazada del niño de otras personas ”, aseguró.
Por otro lado, mencionó que no se gana mucho dinero en esta práctica porque las leyes de su país no permiten generar ingresos además de los gastos necesarios de manutención. Esto, con el fin de evitar que se genere un negocio en torno a la fecundación y que pueda afectar los derechos y libertades de los menores, así como un tráfico ilegal en torno a ellos.
“En el Reino Unido, la subrogación es altruista. Los gastos están cubiertos, como el viaje y la ropa de maternidad. Las leyes impiden recibir un incentivo económico que no se restrinja a gastos razonables”, afirmó la mujer.
¿Qué dice su familia?
McCarthy asegura que su familia la apoya en sus decisiones porque es algo que la hace feliz y se siente a gusto haciéndolo.
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“Es tan normal para mi familia que se sorprenderán si no tuviera más. Mi madre es mi mayor apoyo con respecto a la subrogación. Ella me apoya en lo que hago (…) Hace 12 años, cuando comencé a hacerlo, tenían muchos conceptos erróneos. Se sorprendieron un poco y pensaron que no debería hacerlo. Vieron un viaje increíble con los padres y cómo fueron respetuosos conmigo”, afirmó a ‘Yorkshire Live’.
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