Al menos 35 personas murieron y 90 resultaron heridas ayer en un doble atentado suicida ocurrido en el centro de Bagdad, informó el Ministerio de Salud de Irak. Las bombas detonaron en la Plaza de la Aviación (Sahet al Tayaran) en el centro de la capital iraquí. Como muchos de los heridos se encuentran en estado grave, la cifra de víctimas mortales podría aumentar.
El portavoz del Ministerio del Interior, Saad Maan, señaló que los dos terroristas suicidas utilizaron chalecos con explosivos.
Por el momento nadie ha asumido la autoría del ataque. El Estado Islámico (EI) se ha adjudicado en el pasado numerosos ataques.
Tras los atentados, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, llamó a “eliminar las células durmientes” yihadistas en el país árabe.
Los testigos indicaron que las detonaciones se produjeron cerca de un grupo de trabajadores de la construcción, en un área conocida también por albergar una estación de transporte y numerosas tiendas. La misma zona ha sido escenario de explosiones similares desde 2003.
La plaza al Tayaran ha sido blanco de ataques, a menudo mortales, en numerosas ocasiones.
Según el experto en movimientos yihadistas Hisham Al Hashemi, varios atentados causaron 180 muertos desde 2011, muchas veces “antes de las elecciones o justo después de unos comicios” con el fin de “crear el caos y exacerbar las divisiones confesionales”, indicó.
A mediados de 2016 más de 280 personas murieron en Bagdad en el que hasta ahora ha sido el más devastador atentado del EI, cuando un coche bomba estalló frente a un centro comercial.
En noviembre de ese mismo año un terrorista suicida al sur de la capital mató a más de 70 personas cuando hizo estallar en una gasolinera un camión con explosivos.
Los extremistas perdieron en 2017 casi todo el territorio que controlaban en Irak y Siria. El Ejército iraquí recapturó, entre otros, el que fuera el bastión del EI en el norte de Irak, Mosul y el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, aseguró que el grupo había sido vencido.