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Mississippi.— La ayuda comenzaba a organizarse ayer domingo en Mississippi tras el paso devastador de tornados que entre el viernes y el sábado mataron a por lo menos 25 personas, mientras se esperaban nuevas inclemencias climáticas anoche.
El número de muertes el domingo “todavía se mantiene en 25, con decenas de heridos”, indicó el último reporte del Servicio de Emergencia de Mississippi (MSEMA), que advirtió que era probable que la cifra cambiara en las siguientes horas.
Vientos de más de 160 kilómetros por hora atravesaron este estado del sureste de Estados Unidos dejando “daños devastadores” a su pasodijo el gobernador, Tate Reeves.
Uno de los tornados fue clasificado preliminarmente como categoría 4, indicó el MSEMA.
En Rolling Fork, condado de unos 2 mil habitantes golpeado duramente el viernes por el tornado, las calles parecen una “zona de guerra”, dijo a AFP John Brown, responsable de la Cruz Roja para Alabama y Misaiasippi.
Casas fueron arrancadas de sus cimientos, las calles están llenas de escombros y se ven algunos automóviles en techos de viviendas, así como árboles derribados y con trozos de metal enroscados en sus troncos.
El sábado comenzó a organizarse la ayuda. La Cruz Roja estadounidense se instaló en un edificio de la Guardia Nacional, al que llegaban alimentos, medicamentos y catres.
Algunas personas viajaron decenas de kilómetros para ayudar a los damnificados.
Jon Gebhardt, profesor asistente de ciencias militares en la Universidad de Mississippi en Oxford, declaró que llegó a la localidad la noche del viernes para colaborar en el montaje del centro de asistencia. Debido al “dolor y la angustia” de los habitantes, “lloré mucho”, declaró a AFP.
El sábado por la noche, electricistas en camionetas recorrieron la ciudad para tratar de restaurar la energía lo más rápidamente posible.
“Vamos a hacer todo lo posible para dar soluciones de vivienda y otros medios para que la gente vuelva a la ciudad lo más pronto posible”, dijo Reeves en una rueda de prensa en Rolling Fork.
El gobernador estaba acompañado del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien dijo haber visto una situación “angustiosa”.
“Vemos cómo aumentan los eventos meteorológicos extremos, tanto en gravedad como en frecuencia”, señaló. “Debemos construir nuestras ciudades de manera de estar mejor preparados y ser capaces de responder rápidamente y restablecer” la normalidad lo antes posible, agregó.
El presidente Joe Biden ordenó ayer domingo el despliegue de ayuda federal, que se utiliza para levantar viviendas provisorias, reparar otras y entregar préstamos blandos para cubrir pérdidas de propiedades no aseguradas.
Biden evocó el sábado imágenes “desgarradoras” y aseguró que el Estado federal hará “todo lo posible para asistir” a los afectados “mientras sea necesario”.
De acuerdo al MSEMA, para anoche se esperaban nuevas condiciones climáticas severas: “Existen peligros reforzados de condiciones meteorológicas graves” en algunas regiones del estado, publció en Twitter. “Ráfagas destructoras y tornados son posibles”.