Solidaridad internacional
Con motivo de la pandemia , el gobierno de México ha reclamado la práctica de una genuina solidaridad internacional en el abasto y distribución de las vacunas contra el Covid . Los países que inventaron y ahora fabrican las inmunizaciones han optado, cosa natural, por vacunar primero a sus ciudadanos y una vez que logren ese cometido, esparcir las dosis a otras regiones del mundo. El ritmo de vacunación que lleva Estados Unidos permitirá que en el segundo semestre de este año, el suministro alcance a países que sufren de escasez de vacunas como es nuestro caso.
El llamado de México cobra fuerza en la medida en que un fenómeno global como es la enfermedad del coronavirus solamente puede enfrentarse con una estrategia y unas medidas igualmente globales. De ahí que resulte tan contrastante la postura de México en materia de cambio climático. Al igual que la peste del Covid, el acelerado deterioro del medio ambiente es también un asunto de preocupación universal. Sin embargo, en este capítulo, México no suma su voz ni sus acciones a los esfuerzos de la comunidad internacional para contener el calentamiento de la atmósfera. Durante la reciente cumbre virtual de mandatarios, México no sólo omitió convocar a la solidaridad internacional, sino que subrayó el descubrimiento de nuevas fuentes de energías fósiles , las mismas que el resto del mundo pretende abandonar. Así, en el capítulo de la salud y de las vacunas se invoca un principio que al mismo tiempo y siendo de naturaleza global se vulnera en materia de medio ambiente.
Internacionalista.
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¿Genocidio?
En la última semana de la administración de Donald Trump , su secretario de Estado calificó el proceder de la República Popular China con su población de origen Uigur de genocidio. Esta acusación es de gran gravedad, por su ligereza y falta de pruebas. Sin embargo, todo se podía esperar de esa administración que nos tenía acostumbrados a ocurrencias. La realidad nos dibuja otro panorama. Si bien existen en la Provincia de Xinjiang centros de detención para terroristas o sospechosos de terrorismo, no tienen cámaras de exterminio o escuadrones de fusilamiento. Tales centros son utilizados para reeducar y enseñar idioma y civilización chinas a las minorías Uigur y así integrarlos al desarrollo espectacular de la población china en conjunto. En última instancia, podría acusarse a China de graves violaciones a derechos humanos por la detención sin juicio previo de los internos, pero eso dista de ser genocidio . El área del Xinjiang es parte del territorio chino desde el siglo II aC, mucho antes de albergar a las tribus túrquicas que llegaron del oeste de Asia, llevando consigo la religión musulmana.
Es lamentable que la administración de Joe Biden haya adoptado este grave calificativo que ha conducido a un deterioro, aún mayor, en la relación bilateral China-Estados Unidos.
Embajador en China (2001-2007)
Una tensa relación
Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos han registrado un grado de tensión que no se advertía desde los tiempos de la Guerra Fría. Las declaraciones del presidente Joe Biden en las que denuncia que las decisiones del Kremlin en diversos aspectos afectan los intereses norteamericanos, tanto en sus asuntos internos - la injerencia rusa en las elecciones del 2020 y las supuestas recompensas ofrecidos por Rusia a quienes mataran a combatientes norteamericanos en Afganistán - como en sus intereses globales, han sido objeto de negación y amenazas por parte del presidente Vladimir Putin . Si bien Washington ha denunciado reiteradamente las violaciones a los derechos humanos y las represiones sufridas por los disidentes rusos, así como la presencia militar rusa en sus fronteras con Ucrania, no había tomado, hasta ahora, medidas más drásticas y agresivas como la ampliación de las sanciones económicas y la expulsión de 10 diplomáticos rusos.
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La reacción del presidente Putin, defensiva y amenazadora, no tardó en despertar inquietud en la comunidad internacional, particularmente porque está ligada a los efectos que pueda suscitar en la confrontación ruso- ucraniana. En efecto, en las últimas semanas Rusia ha incrementado su presencia militar en las fronteras de Crimea y el este de Ucrania lo que ha orillado a Kiev a responder con una amenaza desconcertante y peligrosa: la producción de armas nucleares como parte de un factor disuasivo frente a cualquier agresión rusa.
Sin embargo, Biden propuso un diálogo directo con Putin para conciliar sus diferencias y se espera que la respuesta rusa sea positiva.
Embajador retirado.
Conflicto afgano
El retiro de las tropas norteamericanas y de sus aliados de Afganistán, entre mayo y septiembre del año en curso, constituyen un hito en la política norteamericana al poner fin a la guerra más larga de la historia de los Estados Unidos, acontecimiento que se inscribe en la conmemoración del vigésimo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 .
A nivel regional esta medida, largamente esperada, suscita inquietudes ante el evidente vacío de poder que provocará, tan difícil de colmar. Surgen así varias interrogantes: ¿cuáles serán los actores regionales que logren influir en las negociaciones entre el gobierno de Kabul y el movimiento talibán? ¿Abandonarán los Estados Unidos al gobierno afgano a pesar de que las posibilidades de un acuerdo para evitar la guerra civil son casi inexistentes? ¿Asumirá Irán el papel que le corresponde por su carácter de gran potencia regional para apaciguar a los talibanes o dejará esa iniciativa a Pakistán, país que vio nacer y apoyo dicho movimiento? ¿Existirá una conexión entre este desarrollo y el retorno de Washington al acuerdo nuclear iraní, tan importante para la seguridad regional? ¿Cuál será la posición israelí ante la evidente participación iraní en la restauración de un diálogo constructivo entre el gobierno y los talibanes?
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La respuesta a estas cuestiones dependerá, obviamente, del reacomodo político en la región, sobre todo por los intereses en conflicto entre los principales actores regionales, por sus implicaciones ideológicas, religiosas y militares. Ante este incierto panorama es deseable que la distención se obtenga por la vía diplomática en el ámbito de una conferencia regional con la participación de todos los países involucrados directa o indirectamente en la solución del conflicto.
Embajador retirado.
La vicepresidenta Kamala Harris, con representan- tes de grupos comunitarios guatemaltecos, el martes, en Washington.
Foto: Sarah Silbiger/ EFE.
Geopolítica regional de la migración
A tres meses de la llegada de la administración Biden percibimos tres tendencias importantes para la geopolítica regional de la migración . La primera, la genuina preocupación del presidente Biden por avanzar en poner orden el tema de los migrantes indocumentados en tu territorio.
La segunda, su preocupación por el incremento de flujos de mexicanos y centroamericanos , en particular de los menores no acompañados. En el tema el gobierno de México ya reiteró su compromiso de intentar detener los flujos no obstante las limitaciones estructurales de esta medida.
La tercera, su disposición para avanzar en medidas de carácter regional para atacar las causas estructurales de la migración, que difícilmente podría prosperar en el corto plazo por la magnitud del reto, la ausencia de un programa pertinente y la dificultad de contar con socios confiables.
De los países expulsores en el continente, soló México estaría en condiciones de genera algún cambio cualitativo en la administración del fenómeno. Sin embargo, hasta ahora no existe ningún esfuerzo estructurado en esa dirección.
Luis Herrera Lasso M.
Director del Grupo Coppan.
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Cualidades clave de Kamala Harris para el diálogo migratorio
La decisión del presidente Joe Biden de encargar a su vicepresidenta, Kamala Harris , el manejo de la relación migratoria con México y Centroamérica ha arqueado algunas cejas tanto en Washington como en la Ciudad de México, dada la falta de trayectoria de Harris sobre este asunto. Si bien es cierto que ella es más conocida por su trabajo como fiscal y por sus posiciones revolucionarias como senadora y vicepresidenta afroestadounidense y asiáticoamericana, Harris trae consigo ciertas cualidades clave a su nueva responsabilidad.
En primer lugar, su carrera como fiscal y en particular su papel como fiscal general de California le han granjeado la reputación de negociadora dura, una pensadora altamente metódica y organizada, así como un profundo entendimiento del sistema legal estadounidense, algo que será de vital importancia al implementar las políticas migratorias y de asilo en la era Biden. Lo que es más, durante su etapa como fiscal general, Harris trabajó con las autoridades mexicanas para enfrentar actividades del crimen organizado en California e incluso emitió un reporte sobre crimen organizado transnacional y trabajó con sus contrapartes en México y El Salvador para promover el uso de tecnología en la lucha contra el crimen, incluyendo el tráfico de personas.
En segundo lugar, aunque Harris no ha sido vista como defensora de asuntos latinos o migratorios durante su carrera, ha tenido y mantiene una relación cercana con importantes demócratas latinos, incluyendo el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villarraigosa y con Dolores Huerta , cofundadora de United Farm Workers , quienes respaldaron su campaña. Esto le ha dejado ver la importancia del voto latino en Estados Unidos, factor que será crítico si contiende por la presidencia en 2024 o en 2028. Tener un papel de alto perfil en las relaciones con México y Centroamérica le ayudará a ganar credibilidad en asuntos latinos.
En tercer lugar, añadir a la oficina de la vicepresidencia el peso de la estrategia migratoria subraya la importancia que la administración Biden da al tema. Durante la administración de Barack Obama, el propio Biden jugó ese papel en el Diálogo Económico de Alto Nivel entre Estados Unidos y México (HLED) y, en términos más generales, en las relaciones con América. Claramente, Harris tiene la confianza de Biden y hablará en nombre del presidente con autoridad, fortaleciendo la capacidad negociadora del gobierno estadounidense y ayudando a garantizar la aceptación, al interior de Estados Unidos, de cualquier acuerdo que se alcance.
Vicepresidente de estrategias y nuevas iniciativas en el Instituto México del Woodrow Wilson
América Latina en perspectiva
Son días aciagos para el regionalismo. El Mercosur cumple treinta años paralizado por las divisiones internas. Bolsonaro le ha dado la espalda, Uruguay propone flexibilizarlo mientras Argentina y Paraguay tratan de contener la estampida. La supervivencia del bloque pende del curso que siga la inestabilidad política en Brasil.
Argentina anuncia su retiro del Grupo de Lima y la política de máxima presión sobre Venezuela es un callejón sin salida. Una sola brizna de aire fresco sopla de Norte a Sur con la propuesta de los congresistas demócratas para cerrar la prisión de Guantánamo que que bien podría ser un punto de encuentro.
Las elecciones del 11 de abril en Ecuador, Perú y Bolivia mostraron las grandes debilidades de los sistemas de representación y la ausencia de opciones de gobierno con bases de apoyo amplias. El saldo es un panorama de mayor pluralidad político-ideológica y malestar social frente a derechas e izquierdas.
En Ecuador, el triunfo de Guillermo Lasso sin mayoría legislativa marca el fin del ciclo de 14 años del correísmo. En Perú el centro se vació y pasan a segunda vuelta los candidatos de los extremos con menos del 20% de los votos. En Bolivia, el MAS pierde fuerza local en un ambiente de polarización .
Internacionalista.