Los militares malienses que este martes protagonizaron un golpe de estado en Bamako afirman tener en su poder al presidente de Mali , Ibrahim Bubacar Keita, así como a su primer ministro, Bubu Cissé.
Uno de los militares amotinados en el cuartel de Kati, desde donde partió el movimiento esta mañana, dijo a los periodistas que las dos máximas autoridades de la república están en su poder, sin dar más precisiones.
Lo cierto es que el presidente y el primer ministro estuvieron ausentes durante las largas horas que duró lo que parecía un motín y luego se transformó en golpe de estado.
Incluso un comunicado supuestamente firmado por Cissé esta misma tarde, que apelaba al diálogo con los golpistas, fue puesto en duda por los observadores y atribuido a personas de su entorno que trataban de ocultar la gravedad de la situación.
La noticia del aparente triunfo del golpe se expandió inmediatamente por la capital, por cuyas principales avenidas circulan vehículos militares, y en donde miles de personas salieron a las calles en actitud festiva, celebrando lo ocurrido, que aparentemente ha tenido lugar sin derramamiento de sangre.
Militares malienses tomaron el martes el control de una ciudad cuartel cerca de Bamako, causando preocupación de Estados Unidos y vecinos de Mali por un posible derrocamiento del presidente Ibrahim Bubacar Keita, enfrentado desde hace dos meses a protestas sin precedente desde el golpe de Estado de 2012.
La Comunidad de Estados de África occidental (Cedeao), mediadora en Malí, expresó en comunicado seguir "con gran preocupación" la situación, "con un amotinamiento surgido en un contexto sociopolítico ya muy complejo".
La organización regional pide a "los militares regresar a sus cuarteles" y "subraya la firme oposición a cualquier cambio político anticonstitucional", invitando a los "militares a continuar en una postura republicana".
La Cedeao "condena vigorosamente la tentativa en curso y tomará todas las medidas y acciones necesarias para la restauración del orden constitucional", indica también el comunicado.
Estados Unidos subrayó a través del emisario para Sahel, Peter Pham, que "se opone" a cualquier cambio de gobierno por fuera del marco legal, "sea por quienes están en la calle como por las fuerzas de defensa y seguridad".
La situación seguía confusa en la tarde en la capital del país y sus suburbios.
"Militares furiosos tomaron las armas en el campamento de Kati y dispararon al aire. Eran muchos y estaban muy nerviosos", explicó a la AFP un médico del hospital de la ciudad.
Las razones de su actuación no estaban aún claras. Un militar de los que tomaron el control del campamento afirmó a la AFP que en sus manos hay "varios militares de alto rango, detenidos por los rebeldes".
Varias cancillerías occidentales registraron la detención de personalidades políticas, entre ellos ministros, pero esas informaciones no pudieron ser confirmadas de fuente oficial.
“Un golpe nunca es solución”
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, advirtió que un golpe de Estado "nunca es la solución a una crisis", tras el levantamiento en Mali.
"La Unión Europea sigue de cerca lo que sucede en Mali. Un golpe de Estado nunca es la solución a una crisis, por muy profunda que sea", escribió Michel en su cuenta de la red social Twitter.
El político belga expresó su apoyo a la Comunidad Económica de Estados del África del Oeste (CEDEAO) "para continuar con los esfuerzos realizados y salir de la crisis".
Tras el motín en una base militar cercana a Bamako, los efectivos afirman ahora tener en su poder al presidente de Mali, Ibrahim Bubacar Keita, y a su primer ministro, Bubu Cissé.
lsm