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Uagadugú.— Un grupo de soldados se amotinaron el lunes en Burkina Faso y declararon a través de la televisora estatal que una junta militar estaba tomando el control del país africano, tras un día de combates en la capital.
El capitán Sidsore Kaber Ouedraogo declaró que el Movimiento Patriótico para la Restauración trabajará para establecer un calendario “aceptable para todos” para la convocación a elecciones.
Los anuncios surgieron poco después de que el partido gobernante advirtió que soldados estaban a punto de dar un golpe de Estado, que habían tratado de matar al presidente Roch Marc Christian Kabore y que habían tomado el control de los medios públicos de comunicación.
Más tarde, el vocero y capitán Kader Ouedraogo dijo que “ante la continua degradación de la situación de seguridad que amenaza los cimientos de nuestra nación, la incapacidad manifiesta del poder de Roch Marc Christian Kaboré de unir a los burkineses para afrontar la situación con eficacia, y siguiendo las aspiraciones de los diferentes estratos sociales de la nación, el MPSR ha decidido asumir sus responsabilidades ante la historia”.
El secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, “condenó firmemente” el “golpe de Estado” militar que derrocó al presidente de Burkina Faso. Por su parte, la Unión Europea reiteró “ su apego al respeto de las instituciones republicanas y el orden constitucional” ante la toma del poder por parte de los militares.
Los golpistas aseguraron que la toma del poder se llevó a cabo “sin derramamiento de sangre y sin ningún tipo de violencia física sobre las personas detenidas, que se encuentran en un lugar seguro y respetando su dignidad”, aunque no precisaron si entre esos arrestados se encuentra el depuesto presidente, de 64 años.
Igualmente, anunciaron la disolución del gobierno y Parlamento, la suspensión de la Constitución, el cierre de fronteras aéreas y terrestres y la instauración de un toque de queda desde las 21:00 hasta las 5:00 (hora local) en todo el territorio nacional, “hasta nueva orden”.