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Madrid.— Las más altas autoridades de España, representantes de los principales partidos políticos y miles de ciudadanos —alrededor de 8 mil, según las estimaciones policiacas— despidieron ayer a Alfredo Pérez Rubalcaba, exvicepresidente del gobierno español, quien murió el viernes a los 67 años.
La emoción llenó en todo momento la capilla ardiente del destacado dirigente socialista en el Congreso de los Diputados, que desde que abrió sus puertas no paró de recibir visitas, entre ellas una multitud de personas anónimas que quisieron homenajear a uno de los políticos españoles más influyentes de los últimos 30 años. “No te olvidaremos”, le gritaban algunos.
En el acto estuvieron presentes los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y los reyes eméritos, Juan Carlos I y Sofía, además del presidente en funciones del gobierno español, Pedro Sánchez, y otros exmandatarios socialistas como Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. También acudió el exjefe del Ejecutivo Mariano Rajoy (PP, centroderecha), quien lo definió como un rival “admirable”.
El primer ministro portugués, el socialista António Costa, visitó la capilla ardiente. “En portugués tenemos una palabra para expresar el sentimiento cuando alguien nos deja: saudade. Lo que siento por Alfredo es mucho saudade, una gran gratitud y mi admiración. Ha servido a España, pero sobre todo a los valores de la libertad y solidaridad”, afirmó Costa.
También acudieron otros históricos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como el exvicepresidente del gobierno Alfonso Guerra o los expresidentes de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y de Andalucía, Manuel Chaves.
Además, fueron a presentar el pésame el expresidente de la generalitat catalana, José Montilla, y la cúpula de la actual dirección del PSC encabezada por su primer secretario, Miquel Iceta. Otros líderes socialistas de diferentes territorios, como la vasca Idoia Mendia; la navarra María Chivite o el asturiano Adrian Barbón pasaron por la capilla ardiente junto a exministros socialistas como Narcís Serra, Elena Salgado, José Blanco, Juan Fernando López Aguilar, Leire Pajín, Magdalena Alvarez o Ramón Jaúregui, compañeros de Rubalcaba en el Consejo de Ministros.
Así, la muerte de Pérez Rubalcaba reunió en torno a su figura a varias generaciones del socialismo y también logró que posiciones políticas encontradas coincidieran. Por la capilla se pudo ver al líder de la oposición Pablo Casado (PP, centroderecha) y al de Ciudadanos (liberales), Albert Rivera, que decidieron hacer un alto en la campaña electoral para las elecciones del día 26 junto con el resto de formaciones, a excepción de Vox. En el Congreso se colocaron tres mesas con libros de condolencias.