Bogotá. Huérfano de madre por culpa de , nieto de un exmandatario y figura ascendente en la derecha, el senador y aspirante presidencial Miguel Uribe Turbay, fallecido este lunes a los 39 años tras sufrir un atentado, es la más reciente víctima de la violencia política en .

Uribe Turbay, miembro del Centro Democrático, el principal colombiano, recibió dos disparos en la cabeza el 7 de junio durante un discurso ante activistas en un barrio obrero de Bogotá.

Uribe Turbay nació el 28 de enero de 1986. Tenía cuatro años cuando le dio el último beso a su madre. Ella, la periodista Diana Turbay Quintero, se despidió con un abrazo fuerte y salió de su casa creyendo que iba a hacer una entrevista que podría ayudar a que los procesos de paz avanzaran en el país. Era una trampa: terminó secuestrada por el narcotraficante Pablo Escobar. Fue asesinada. Miguel Uribe creció sin ella, pero con su inspiración.

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“Mi madre dio su vida por una causa. Y su causa se volvió mi propósito: lograr un país sin violencia”, dijo en una ocasión Uribe Turbay, quien murió después de dos meses de luchar por su vida, tras ser víctima de un atentado. La huella de su madre fue tan fuerte, que decidió lanzar su última campaña en Copacabana, Antioquia, donde la mataron. “El lugar en el que todo empezó para mí”, dijo. Eligió como lema: “Vuelve la seguridad”.

Después de graduarse del colegio, entró a la Universidad de los Andes a estudiar Derecho y luego hizo una maestría en Políticas Públicas. A los 25 años pensó que, si en realidad quería una vida dedicada a la política, era momento de empezar. Su abuelo materno era el expresidente Julio César Turbay Ayala. Así que tenía claro que muchos iban a verlo solo como “el nieto de”. Durante un buen tiempo, de hecho, le llovieron ataques que venían de detractores del exmandatario. “Al final desarrollé cuero”, decía Uribe.

Sin embargo, él mismo contó que la gran influencia no le había venido de su abuelo —lo veía poco porque residía en el exterior y murió cuando él tenía 20 años—, sino de su abuela: Nydia Quintero. Con ella vivió etapas de su adolescencia y pudo ver de cerca el trabajo que cumplía con la fundación que creó en los ochenta y que ha sido fundamental en el país: Solidaridad por Colombia.

Una mujer reza en un altar construido en el lugar donde el aspirante presidencial colombiano,  Miguel Uribe Turbay, fue baleado, durante un mitin político. Uribe Turbay falleció la madrugada de este lunes 11 de agosto de 2025. FOTO: JOHN WILSON VIZCAINO. AP
Una mujer reza en un altar construido en el lugar donde el aspirante presidencial colombiano, Miguel Uribe Turbay, fue baleado, durante un mitin político. Uribe Turbay falleció la madrugada de este lunes 11 de agosto de 2025. FOTO: JOHN WILSON VIZCAINO. AP

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Su abuela, que murió en junio pasado a los 94 años, le enseñó otra cosa también muy importante: la importancia del perdón. Luego de haberse “peleado con Dios” y de cargar sobre sus hombros la rabia contra los asesinos de su madre, Miguel Uribe decidió perdonar. “Nada podía devolverme a mi mamá. En cambio, esta nueva forma de pensar y ver las cosas me iba a enriquecer como persona”, dijo.

"La reconciliación es lo único que le ayuda a uno a dar el paso y sobrepasar un momento tan difícil", afirmó.

Sus primeros pasos en la política colombiana

Su primer paso en política fue buscar una curul en el Concejo de Bogotá. Era 2011.

Uribe llegó al Concejo con diecinueve mil votos. Muchos se imaginaron que un muchacho de 25 años iba a tomarse ese cargo a la ligera. Lo contrario: no solo fue elegido como “concejal revelación”, sino que llegó a ocupar la presidencia de la corporación. En ese momento también conoció a la mujer que sería compañera de ruta: María Claudia Tarazona, con quien se casó al finalizar el periodo en la entidad distrital. Desde ese momento ella, sus hijas María, Emilia e Isabella, y Alejandro, que nació hace cuatro años, se convirtieron en los pilares más importantes de su vida.

En 2016 le llegó el siguiente reto: ser secretario de Gobierno de la administración de Enrique Peñalosa. La propuesta le llegó cuando él ya tenía planeado irse a estudiar fuera del país.

Uribe estuvo tres años en ese cargo. No completó los cuatro porque decidió aspirar a la Alcaldía. En ese 2019 los votos no le alcanzaron para convertirse en alcalde de la capital. Sus banderas eran la seguridad y la lucha contra el consumo de drogas.

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Su siguiente desafío fue doble: inició una maestría en Administración Pública en Harvard (que hizo primero de manera virtual y acabó presencial) y comenzó su campaña para llegar al Senado. Consiguió las dos cosas: sacar adelante la maestría y salir elegido como senador, en 2022, con la votación más alta a nivel nacional. Al Congreso llegó como cabeza de lista del Centro Democrático.

En poco tiempo, con su carisma y su disciplina, se convirtió en una de las figuras del uribismo y sin duda era el que más proyección tenía para una carrera presidencial. Por eso decidió lanzarse como precandidato. Los últimos meses de su vida los dedicó a exponer sus propuestas en diferentes lugares del país. En casi todos sus discursos incluía esta frase: "No negocio principios ni convicciones".

El senador Miguel Uribe Turbay. Foto: AFP
El senador Miguel Uribe Turbay. Foto: AFP

Uribe Turbay sufre un atentado durante un mitin en Bogotá

El pasado 7 de junio, Uribe Turbay recibió dos disparos en la cabeza durante un mitin en un barrio obrero de Bogotá.

Instantes antes del ataque, había recordado a su madre en un discurso y se describió como una persona que vivió en "carne propia" la violencia.

No está claro por qué le dispararon. Las autoridades han capturado hasta el momento a seis personas involucradas, incluido el adolescente que disparó, y apuntan a una disidencia de la extinta guerrilla como los posibles autores intelectuales.

El senador era considerado una figura en ascenso del Centro Democrático y no se conocían amenazas en su contra.

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Durante su hospitalización, Uribe Turbay dio señales de mejoría y a mediados de julio entró en etapa de neurorrehabilitación, pero recayó por una nueva hemorragia cerebral y murió casi a la misma edad que su madre.

"Descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos", escribió Tarazona en su cuenta de Instagram la madrugada del lunes.

Su muerte revive los peores momentos de la convulsa historia de Colombia. En tiempos de Escobar, entre los años 1980 y 1990, cuatro candidatos presidenciales fueron asesinados. También sacude los comicios de 2026 para reemplazar al mandatario izquierdista Gustavo Petro. Con información de El Tiempo/GDA

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