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San José.— Las defensorías de los derechos humanos de México, Honduras, Colombia, Guatemala y Ecuador pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que dicte urgentes medidas cautelares para detener la política migratoria del gobierno de Estados Unidos de “tolerancia cero”, que separa a la niñez migrante de sus familias, y aseguraron que la actuación de la Casa Blanca “es inhumana”, se informó ayer.
La política migratoria de Wa-shington “representa un total desprecio por los derechos de las niñas, niños y adolescentes migrantes, así como por la especial necesidad de protección que tiene para con ellos”, denunciaron.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (Conadeh), Roberto Herrera Cáceres, informó que las cinco defensorías instaron a la CIDH que “le requiera” a EU que “interrumpa la práctica de separar” a menores de sus familias.
También se le solicitó que la CIDH “adopte todas las medidas necesarias para proteger sus derechos a la integridad de personas, la salud, la familia y la libertad personal, en relación con los derechos de la niñez”, agregó el comisionado.
La gestión ante la CIDH, añadió, fue planteada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México, la Defensoría del Pueblo de Colombia, la Defensoría del Pueblo de Ecuador, la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras.
“Se coloca a la niñez en una situación de vulnerabilidad agravada, que permite la posibilidad de que sea víctima de violencia, trata de personas y explotación, además de los daños sicológicos y emocionales que una separación de esta naturaleza le provoca”, advirtió Herrera, al subrayar que “dicha práctica vulnera el derecho a la unidad familiar de las personas migrantes, afectando de manera irreparable los lazos familiares.
Agregó que la separación “traerá múltiples afectaciones” ya que puede ocasionar a los menores “estrés, miedo, sufrimiento y las demás afectaciones sicológicas que derivan de ser alejados de sus familias”.
El gobierno de El Salvador emitió anoche una declaración en la que también instó a Estados Unidos “a no continuar” con la separación de las familias migrantes irregulares por la política de “tolerancia cero” ejecutada por la Casa Blanca y advirtió a Washington que esas prácticas “conllevan a una violación de los derechos humanos” y a un “aumento de la vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes” que migran a suelo estadounidense por vías ilegales.
El gobierno salvadoreño pidió que EU “actúe teniendo como centro el interés superior” de los menores de edad, “indistintamente de la condición migratoria de sus padres o familiares”.