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Washington/Ciudad de Guatemala.— La situación de Nicaragua y Venezuela ocupó ayer el primer plano del debate de la 51 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA). México y Argentina encabezaron un grupo de países que objetó la presencia de la representación del líder opositor venezolano Juan Guaidó.
Señalaron que el gobierno de Nicolás Maduro anunció su decisión de abandonar ese organismo en 2017.
En la verificación de credenciales de la Asamblea General, la embajadora de México ante la OEA, Luz Elena Baños Rivas, indicó que la inclusión de la representación actual de Venezuela sienta “un precedente muy grave” y exigió que se “incluya un pie de página en todas las resoluciones” en el que se informe al respecto. De la misma manera se pronunció el representante permanente de Bolivia en la OEA, Héctor Enrique Arce Zaconeta. Al discurso de México y Bolivia sobre la representación de Venezuela se sumaron los representantes de Nicaragua, Argentina, Dominica, Antigua y Barbuda, Belice y Trinidad y Tobago. México dijo que el secretario General de la OEA, Luis Almagro, ha “dañado profundamente” al organismo.
EU condenó al gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, reelegido el domingo en unas cuestionadas elecciones, e instó a la región a “proteger las democracias”. Pidió la liberación de presos en Cuba y Venezuela. Canadá acusó a Ortega de sacar al país centroamericano de la “familia de las democracias del hemisferio”. Argentina y Bolivia instaron a la OEA a no interferir en los asuntos internos de sus miembros. Nicaragua pidió al organismo renovarse y abandonar las “injerencias”.