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Los sectores público y privado de México cuentan con uno o dos años para concretar planes de acción operativamente viables para construir una cadena de suministro regional en semiconductores.
Esto debe incluir recursos financieros para construir infraestructura específica para semiconductores, como laboratorios, cuartos limpios y centros de pruebas; agilizar o eliminar regulación que impida inversiones extranjeras en microchips; capacitar a los trabajadores, dirigir más inversiones en investigación y desarrollo y crear mecanismos de financiamiento para nuevas empresas e incubadoras que contribuyan a la innovación de cadenas de suministro de semiconductores.
De acuerdo con el “Mapa de ruta: Oportunidades para el Nearshoring de Semiconductores en México” (MNSR, por sus siglas en inglés) hecho por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (Fumec) y con el apoyo de Dexis Consulting Group.
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“La industria de semiconductores crece cada año y se ha convertido en una parte insustituible de la economía global. Se espera que sus ingresos superen los 720 mil millones de dólares en 2024, y alcancen los 1.2 billones de dólares en 2029”, explicaron en el documento.
Las acciones que se desarrollen deben “mitigar los riesgos y vulnerabilidades de la cadena de suministro... crear las condiciones necesarias para atraer y retener inversiones que conviertan a las empresas mexicanas en socios confiables y de largo plazo, en la producción regional de semiconductores”, explicó.
Debe aprovecharse la ventana que se abre con el nearshoring para atraer inversiones a México, así como la demanda de microchips en el sector electrónico, automotriz y aeroespacial.
Sin embargo, aunque México adopta una actitud proactiva para estimular la inversión en semiconductores, se “carece actualmente de un análisis profundo de las oportunidades, desafíos y requerimientos de capacidades que el sector público y privado deben abordar para asegurar el lugar” del país.
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Fumec, USAID y Dexis Consulting Group aseguraron que se identifican seis estados del país que realizan actividades para la cadena de suministro de semiconductores y son: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas.
Esos seis estados “están preparados para ampliar su participación en el sector, especialmente en los ámbitos de las materias primas, ensamblaje, pruebas y empaquetado, así como el diseño básico e intermedio de chips”.
Hay otros seis estados que poseen condiciones sólidas y recursos subyacentes para sumarse a la cadena de semiconductores pero necesitan capacidades sectoriales para aprovechar su potencial, los cuales son: Durango, Guanajuato, Ciudad de México, Nuevo León, Puebla y Sonora.
“Cualquier país que quiera convertirse en un jugador importante dentro de la cadena de suministro de semiconductores tiene sólo unos pocos años para hacerlo y si México sabe aprovechar las oportunidades actuales de nearshoring, no será la excepción”, añadieron.
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